El Liverpool será el rival del Barça en una semifinal de la Champions League de nivel superlativo. Para muchos, el partido entre el conjunto red y el blaugrana es una final anticipada que enfrentará dos estilos muy diferentes pero con un denominador común: salir siempre al ataque.
Para alcanzar la final del Wanda Metropolitano, los hombres de Ernesto Valverde deberán estudiar un equipo con muchas virtudes pero también con defectos. Estos son los peligros y los puntos débiles del Liverpool, la máquina casi perfecta de Jürgen Klopp.
Salah y van Dijk, élite absoluta
Se han convertido en las dos estrellas principales del Liverpool y serán, sin ningún tipo de duda, las mejores cartas del conjunto red para superar al Barça.
El egipcio Mohamed Salah llegó a Anfield hace dos veranos y muy pronto se convirtió en el ídolo indiscutible de la afición. El curso pasado fue el máximo artillero de la Premier con 32 dianas y este año ya en suma 19 en el campeonato inglés y 3 en la Champions. Todo eso, además, sin ser delantero centro. Jordi Alba tendrá que mostrar su mejor versión para parar a uno del extremos más determinantes del mundo.
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El otro nombre propio del Liverpool es el holandés Virgil van Dijk. La entidad de Merseyside no tuvo ningún inconveniente en pagar 85 millones de euros al Southampton para fichar a este defensa que, para muchos, se ha convertido en el mejor central del continente. Probablemente no llega al nivel de Gerard Piqué, pero lo cierto es que su potencia física lo convierten en un auténtico muro en la retaguardia de los ingleses.
El factor Anfield
Es uno de los estadios más calientes de Europa y, en una semifinal, su afición lo puede convertir en una auténtica caldera.
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Esta temporada, los de Klopp no han perdido ni un solo partido de competición europea en su estadio y los resultados que han obtenido ciertamente son aterradores: 3-2 al PSG, 4-0 al Estrella Roja, 1-0 al Nápoles, 0-0 contra el Bayern y 2-0 al Oporto. Nadie saca petróleo de Anfield.
Una medular discutible
La delantera del Liverpool es de las mejores del mundo, pero el centro del campo no. Normalmente Jürgen Klopp apuesta por una medular formada por tres hombres que se reparten Naby Keïta, Georginio Wijnaldum, James Milner, Fabinho y Jordan Henderson.
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Todos ellos son grandes futbolistas, pero ninguno se acerca al nivel de Sergio Busquets, Arthur, Rakitic o incluso Arturo Vidal. Si el Barça quiere brillar en Anfield tendrá que ser más fiel que nunca a sus orígenes y ganar la guerra del centro del campo.
Un desgaste constante
El Barça afrontará la eliminatoria con la seguridad prácticamente total de tener la Liga en el bolsillo y, de hecho, podría ganarla matemáticamente antes del partido de ida en el Camp Nou. La situación del Liverpool, en cambio, es completamente diferente.
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Los de Klopp mantienen una disputa constante con el Manchester City de Pep Guardiola para llevarse a la Premier y, si nada cambia, la batalla durará hasta la última jornada.
Los red tienen 85 puntos y un partido más que los citizens, que tienen 84 y dependen de sí mismos para triunfar. Sin opciones en la Champions, es evidente que los de Guardiola no aflojarán en el campeonato doméstico y, como bien sabe José Mourinho, no hay nada que desgaste más que enfrentarse día tras día con el técnico catalán.