Hansi Flick parece haber encontrado la fórmula perfecta para sacar la mejor versión de Robert Lewandowski en esta etapa de su carrera. El polaco ya no es aquel delantero que disputaba todos los minutos sin descanso, pero su calidad sigue intacta. El técnico alemán lo tiene claro: menos minutos, pero más impacto. Y en Oviedo se volvió a comprobar que el plan funciona.
Decisivo desde el banquillo
El Barça sufría en el Carlos Tartiere. Tras una primera parte complicada y con desventaja en el marcador, Flick movió el banquillo en la segunda mitad. Entre los cambios estuvo el de Lewandowski, que entró con la misión de cambiar el rumbo del encuentro. Y lo consiguió. Con un cabezazo espectacular, el polaco firmó el 1-2 que encarriló la remontada azulgrana y que terminó siendo clave para sellar el 1-3 final.
No es la primera vez que el plan de Flick funciona con el delantero. Ante el Valencia ya se vio un guion similar, con Lewandowski saliendo en la segunda mitad y marcando dos goles. El polaco parece sentirse cómodo con este nuevo rol: menos desgaste físico, más frescura en los minutos decisivos y la posibilidad de aparecer cuando el rival ya acusa el cansancio.
Lewandowski lo aprueba
El propio Lewandowski ha entendido que esta puede ser la mejor manera de gestionar sus 37 años. Su ambición sigue intacta, pero es consciente de que no puede jugarlo todo. Flick le ha convencido de que, con este plan, puede seguir siendo un futbolista diferencial en las grandes noches. Y los hechos le están dando la razón: cada vez que entra desde el banquillo, su influencia es inmediata.
En el Barça destacan que la nueva gestión de Flick no solo beneficia al equipo, sino también al propio Lewandowski. Sus estadísticas mejoran en relación a los minutos jugados y su impacto se mide en goles decisivos. Además, libera espacio para que futbolistas como Ferran Torres o Rashford puedan ser titulares y dar frescura al ataque. El polaco, en cambio, se reserva para los momentos donde se deciden los partidos.
Un arma de lujo para Flick
Con la temporada larga que tiene por delante el Barça, contar con un recurso así es oro. Lewandowski ha pasado de ser indiscutible en el once a convertirse en un revulsivo de lujo, una figura que cambia los partidos en la recta final. En Oviedo, con su cabezazo, volvió a dejarlo claro: Flick ha dado con la tecla. Y el polaco lo aprueba, convencido de que este es el plan definitivo para seguir brillando en el Barça.