Este viernes el Girona recibe el Getafe en Montilivi (19.30h / BeIN La Liga) en un partido donde los de Eusebio Sacristán intentarán reencontrarse con la victoria después de las dos derrotas consecutivas fuera de casa contra el Athletic Club (1-0) y la Sevilla (2-0). Los de Eusebio Sacristán no corren peligro en la clasificación pero necesitan ganar para recuperar la buena dinámica y, de paso, cerrar de manera redonda un 2018 inmejorable.

El Getafe, un rival incómodo

El Getafe de Pepe Bordalás es, sin duda, uno de los equipos más incómodos del campeonato doméstico. Los madrileños son duros, intensos y agresivos y han desesperado a más de un equipo de la Liga a base de constantes interrupciones y juego subterráneo. El Girona, sin embargo, no es uno de ellos. La temporada pasada el equipo rojiblanco sumó los 3 puntos en Montilivi gracias a un solitario gol de Stuani, mientras que en el partido de la segunda vuelta en el Coliseum Alfonso Pérez el equipo de Pablo Machín consiguió un empate.

Precisamente Machín es el último verdugo del Girona. El técnico soriano ganó la partida a su exequipo en el enfrentamiento que el Girona disputó en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla. El duelo, a diferencia del de San Mamés, transmitió sensaciones negativas y en la segunda mitad el equipo no fue capaz de competir. Cinco días después y contra un rival de la su Liga, los de Eusebio Sacristán tienen la oportunidad de demostrar que siguen siendo un conjunto sólido en defensa y letal en ataque.

¿Bono o Gorka?

Para enfrentarse al Getafe el Girona seguirá teniendo una buena retahíla de bajas. Eusebio no podrá contar con Patrick Roberts y Marc Muniesa, que siguen lesionados, ni con los carrileros Aday Benítez, Johan Mojica y Carles Planas. Ante este hecho, el técnico vallisoletano tendrá que volver a apostar por reconvertir a Àlex Granell o apostar por Valery, del filial. Escuchándolo en la rueda de prensa, todo indica que esta vez se decantará por la experiencia del capitán.

Quién sí que estará es Yassine Bono. El portero marroquí vuelve a la convocatoria después de estar de baja dos partidos y ahora habrá que ver quién ocupa la portería rojiblanca. Antes de la lesión Bono vivía un gran estado de forma, pero durante su ausencia Gorka Iraizoz -a pesar de las derrotas del equipo- ha mostrado un nivel soberbio.

Seydou Doumbia recibió un golpe en el Pizjuán y también se perderá el duelo. Su lugar en el banquillo lo ocupará el jugador del Peralada Kévin Soni, que ya debutó con el primer equipo el curso pasado. La responsabilidad del gol, como siempre, recaerá sobre los hombros de Stuani. El uruguayo hace dos partidos que no marca y tiene hambre de gol.

Un 2018 redondo

El 2018 ha sido uno de los mejores años de la historia del Girona. El club de Montilivi empezó el año con el objetivo de la permanencia en mente, pero muy pronto quedó patente en que el reto se quedaba corto. Los rojiblancos firmaron una temporada espectacular y acabaron luchando por entrar a la Europa League. El verano fue duro, con un mercado de fichajes completamente condicionado por el poco músculo económico de la entidad y un traspaso de Portu que se acabó frustrando. Aun así, este curso ha empezado de manera inmejorable y el último partido del año tiene que servir para cerrar a un 2018 redondo.