El 7 de diciembre de 2024 marcó a uno antes y después en la vida de Michail Antonio. El jamaicano sufrió un accidente de tráfico muy grave que casi le cuesta la vida. El jugador del West Ham, que fue sometido a una operación de una fractura de una extremidad inferior después del incidente, entró en el minuto 85 del partido entre Jamaica y Guatemala. Después de muchos días de rehabilitación, el delantero ha visto la luz al final del túnel.

El proceso de recuperación ha ido más deprisa del inicialmente previsto. Después de tener el accidente, se pronosticaba que tendría que esperar un año para reaparecer en un terreno de juego. Incluso, se dudaba de que pudiera volver. La recompensa ha llegado en la jornada 1 de la Copa Oro, donde el seleccionador Steve McClaren le ha dado 5 minutos contra Guatemala.

Un accidente de tráfico muy grave

En diciembre del año pasado tuvo un episodio que le cambió la vida. Antonio perdió el control de su coche y chocó contra un árbol. El impacto provocó que estuviera atrapado durante más de una hora en el asiento del copiloto. Finalmente, los equipos de emergencia lo rescataron.

El coche del jugador quedó destrozado. Antonio tuvo que ser operado y los pronósticos no eran buenos. Se apuntaba que, en caso de que pudiera volver a jugar, no lo haría en menos de un año. Las previsiones, teniendo en cuenta la magnitud del accidente y la edad del futbolista, 35 años, eran muy malas. Ahora, siete meses más tarde y después de una dura rehabilitación, el jugador se ha vuelto a vestir de corto.

 

"La vida me ha dado otra oportunidad, estuve cerca de morir..."

Tres meses después del trágico accidente, Antonio dio una entrevista a la BBC donde relató su sufrimiento: "La vida me ha dado otra oportunidad, estuve cerca de morir. Llegó la policía y cuando me encontraron, yo estaba entre los dos asientos, en realidad no estaba en el asiento del conductor. Dijeron que parecía que intentaba salir por la ventana, pero como tenía la pierna tan rota, el dolor probablemente me impidió salir".

En esa misma entrevista, explicó cómo se sintió cuando, después de recibir el alta, vio su coche hecho polvo: "Tuve una sensación extraña en el estómago. Me di cuenta de que estuve a punto de morir. Había visto las fotos, pero en persona fue diez veces peor. El coche estaba hecho un desastre. Fue muy duro para mí". El jamaicano también explicó que la terapia lo había ayudado mucho: "Es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida".