Hansi Flick ha empezado a tomar decisiones de peso en el FC Barcelona, y una de las primeras ha sido detener la salida de Andreas Christensen. Aunque desde la dirección deportiva, encabezada por Deco, se contemplaba su venta para aligerar la masa salarial y hacer caja, el técnico alemán lo tiene claro: quiere que el central danés siga en el equipo la próxima temporada.
En las últimas semanas, Christensen había sido uno de los nombres marcados en rojo por la cúpula deportiva del Barça para salir. Varios clubes de la Premier League e Italia habían mostrado interés, y se valoraba su salida como una opción para ingresar una suma cercana a los 15 millones de euros. Pero Flick ha cambiado el guion.

Una decisión estratégica si sale Araujo
El entrenador azulgrana considera que Christensen es una pieza valiosa dentro de su idea de plantilla. Especialmente si se produce la venta de Ronald Araujo, una operación que Deco no descarta si llega una oferta de 50 millones. En ese contexto, Flick quiere asegurarse de tener experiencia y fiabilidad en la rotación defensiva, y ahí entra el rol del danés.
El plan de Flick es claro: su defensa titular debe construirse en torno a Pau Cubarsí, con Íñigo Martínez y Eric Garcia como alternativas de confianza. Y Christensen como cuarto central, un rol que el ex del Chelsea ha asumido con profesionalidad, incluso habiendo jugado como pivote en varios tramos de la pasada temporada.
Confianza total del entrenador
Flick ha comunicado directamente a Deco que no se debe seguir negociando la salida de Christensen. El alemán valora su perfil técnico, su capacidad para adaptarse a distintas posiciones y su experiencia en partidos de máxima exigencia. Además, lo considera un futbolista que aporta equilibrio dentro y fuera del campo.

Este respaldo no solo ha sorprendido en los despachos, donde ya se trabajaba en posibles relevos, sino también al propio Christensen, que veía con resignación cómo su continuidad pendía de un hilo.
El Barça, entre la planificación y la necesidad
A pesar del deseo de Flick, en el club no descartan tener que hacer sacrificios si no se producen otras ventas importantes. Sin embargo, el freno a la salida de Christensen es firme por ahora. Todo apunta a que, si se vende a Araujo, el danés será imprescindible para mantener la profundidad defensiva en una temporada larga y exigente.
Por ahora, la decisión está tomada: Christensen se queda, por petición expresa del entrenador. Un respaldo que podría darle nueva vida en el Barça.