El renacer de Ferran Torres ha cambiado por completo su situación en el FC Barcelona. Tras un cierre de la pasada temporada de altísimo nivel, el delantero valenciano ha empezado el nuevo curso con fuerza, sumando 2 goles en los tres primeros partidos de liga. Su rendimiento, unido a la irregularidad de Robert Lewandowski, ha abierto un debate interno: ¿puede Ferran ser el nuevo ‘9’ titular del Barça?

Hansi Flick lo considera un ariete fiable, capaz de asociarse, fijar centrales y atacar espacios. No se descarta que, incluso antes de la salida del polaco —cuyo contrato finaliza en 2026—, Torres se asiente como la referencia ofensiva. Sin embargo, la posibilidad de que el club obtenga una cifra millonaria por su traspaso mantiene la puerta abierta a un escenario diferente.

Ferran Torres Barça EFE
Ferran Torres Barça EFE

El PSG y la tentación de Luis Enrique

El Paris Saint-Germain ha irrumpido con fuerza en esta ecuación. Luis Enrique, que conoce perfectamente al delantero de su etapa en la selección española, lo considera un perfil ideal para reforzar el ataque del actual campeón de Europa. El asturiano busca un futbolista polivalente, con gol y capacidad de sacrificio, y Ferran encaja a la perfección en esa idea de juego.

El Barça, por su parte, no vería con malos ojos una venta si la cifra supera los 75 millones de euros. El club necesita ingresos para seguir equilibrando sus cuentas y mantener margen de maniobra en el mercado, y la operación con el PSG podría convertirse en una de las ventas más rentables de los últimos años.

Luis Enrique
Luis Enrique

El dilema de Laporta y Deco

La decisión final será estratégica. Por un lado, Ferran ha demostrado estar preparado para asumir galones y su continuidad garantizaría al Barça un delantero en plena madurez deportiva. Por otro, la venta permitiría liberar recursos para reforzar otras posiciones y dar paso a nuevas incorporaciones en ataque.

Todo dependerá de la evolución de la temporada y de la insistencia del PSG. Si Ferran mantiene su nivel actual, su valor seguirá creciendo y el interés parisino se transformará en una presión constante. El Barça tendrá que decidir si apuesta por él como heredero de Lewandowski o si lo convierte en una venta histórica.