Empate a cero en el primer derbi catalán de la temporada. Girona y Espanyol se han neutralizado a base de intensidad y se han tenido que conformar con un punto que tiene lecturas positivas para ambos lados. Porque mientras el conjunto de Míchel ha vuelto a mostrar una cara competitiva y seguirá ganando confianza para coger más aire, el combinado barcelonés suma una nueva jornada sin perder a domicilio, colocándose de forma momentánea en la cuarta plaza con 12 puntos. Todo esto, tras un partido que ha sido de alto voltaje y que podría haberse decantado para cualquier lado.

Gazzaniga y Dmitrovic mantienen el empate

En un Montilivi que venía cargado de energía después de las buenas sensaciones recogidas en San Mamés, el primer derbi catalán de la temporada ha arrancado de forma frenética. Los dos equipos se han dejado la timidez en el vestuario y han salido con la voluntad de mandar a través de la pelota. Esto ha propiciado un intercambio de golpes que ha trasladado la acción a las dos áreas. Y es que tanto el Girona como el Espanyol no han tardado en poner el miedo en el cuerpo a su rival, haciendo méritos de sobra para adelantarse en el marcador.

Sin embargo, los protagonistas del primer tiempo han sido los dos porteros: Gazzaniga y Dmitrovic. El primero que ha recogido todos los focos ha sido el gerundense, que ha dibujado dos estiradas sensacionales para evitar los goles de Pere Milla y Roberto Fernández. No se ha quedado corto el '13' perico, que ha salvado a los barceloneses con una intervención espectacular ante una volea potente de Iván Martín, hoy capitán. El ritmo no ha bajado en los últimos compases del primer acto, con el Girona embotellando al Espanyol en su área, pero el marcador no se ha movido y toda la emoción se ha reservado para los últimos 45 minutos.

Ningún movimiento en el marcador

La segunda parte ha empezado con la misma intensidad que la primera. Ninguno de los dos equipos ha virado su plan después de la charla de sus respectivos entrenadores y de nuevo el partido no ha tardado en convertirse en un tira y afloja constante en el cual ninguno de los dos equipos era capaz de estar acertado de cara a portería. Al partido solo le faltaba lo más importante, el gol. Las ocasiones han llegado de todos los colores y en las dos áreas, pero hoy no era el día de las delanteras.

En el tramo final del partido, los dos equipos han adoptado un papel más reactivo, conscientes de que un error los podía condenar y dejar sin ningún punto en un partido de mucho desgaste. Quien ha tenido más la pelota ha sido el Espanyol, pero no ha encontrado la forma de incidir en una defensa Girona muy sólida.