Ousmane Dembelé, pese a todo lo que el FC Barcelona hizo por él a lo largo de seis años en los que soportaron su nefasto rendimiento y sus continuas lesiones, no tuvo problemas en hacer las maletas en cuanto le pusieron unos cuantos billetes por delante. Un Dembélé que pensaba que, al margen de ganar más dinero, también mejoraría su rendimiento fuera de la ciudad condal.  Pero nada más lejos de la realidad. En el PSG ha quedado claro que el problema era él. 

Su rendimiento es tan malo o peor que el que tuvo en can Barça. A estas alturas de la temporada, tras disputar 18 partidos, el francés solo suma cinco asistencias, un gol y decenas de jugadas en las que lo tenía todo para marcar, pero que acabaron en tragedia al no tomar la decisión correcta o al hacer gala de su cuestionable calidad.

El Paris Saint-Germain escucha ofertas por Dembélé 

Luis Enrique le ha dado mucha confianza hasta ahora. Pero la paciencia del míster asturiano con el galo está llegando a su fin. Tanto es así que, según varias fuentes de la prensa francesa, ha pedido a los responsables que lo liquide. Nasser Al-Khelaïfi tiene órdenes de buscarle una salida. La mayoría en el PSG piensa que su fichaje no fue una buena idea.  

Ousmane Dembélé Barça serio banquillo / Foto: Europa Press - Marc Graupera Aloma
Ousmane Dembélé Barça serio banquillo / Foto: Europa Press - Marc Graupera Aloma

Clubes como el Newcastle, el Arsenal o el Chelsea, que ya estuvieron interesados en el pasado, han preguntado por su situación. Pero ninguno de ellos está dispuesto a pagar lo que cobra en el club francés.  

Decisión equivocada de Dembélé 

Ante este panorama, en el que no le quieren ni dentro ni fuera de casa, no hay duda de que Dembélé pagaría por volver al Barça. En la capital catalana, a pesar de todo, fue más valorado y tenido en consideración de lo que se ha encontrado en el PSG. El extremo esperaba que allí tuvieran paciencia con él, pero nada más lejos de la realidad. Y aunque tampoco se lo ha ganado sobre el terreno de juego, lo cierto es que  poco se podía esperar de una afición que nunca ha visto ganar nada a su equipo al margen de la Ligue 1, pero se considera con el derecho a exigir hasta el punto de haber pitado, insultado y amenazado a Leo Messi. Como en el campo, Dembélé tampoco tomó la decisión correcta al irse a París.