El mercado de fichajes todavía ha comenzado, pero ya se ha desatado la primera tensión interna en el FC Barcelona. Dos de las figuras más influyentes del nuevo proyecto, el director deportivo Deco y el entrenador Hansi Flick, se han topado en torno a la situación de un jugador clave: Andreas Christensen. Mientras uno apuesta por su salida inmediata, el otro lo considera indispensable para la próxima temporada.
El contexto económico del club condiciona todas las decisiones. Deco está centrado en ajustar las cuentas y liberar masa salarial para poder activar otras operaciones prioritarias. En ese escenario, ha llegado una oferta desde Arabia Saudí por Christensen, valorada en 18 millones de euros procedente del Al-Nassr. Para el director deportivo, esta cifra es más que tentadora. Supone ingreso inmediato, beneficio neto y la posibilidad de liberar espacio salarial.

Flick quiere a Christensen en su proyecto
Sin embargo, Flick no lo ve así. Para el técnico alemán, Christensen es una pieza estratégica en su esquema. No solo por su rendimiento como central, sino por su capacidad para adaptarse al centro del campo. Su polivalencia, su serenidad con el balón y su experiencia táctica lo convierten, según Flick, en uno de los jugadores que más pueden ayudar a consolidar el nuevo proyecto.
Además, Flick destaca su perfil discreto pero constante. Su compromiso con el equipo y su disposición para asumir diferentes roles sin generar conflictos en el vestuario son detalles de suma importancia para el técnico. Cree que, con una pretemporada completa y sin lesiones, el danés puede ser titular y líder silencioso dentro del campo.

Deco apuesta por su venta
En cambio, Deco sigue presionando. Asegura que el Barça necesita vender para poder comprar, y la venta de Christensen sería un paso importante para desbloquear otras operaciones en defensa y en el centro del campo. Además, cree que hay alternativas en la cantera, como Eric Garcia o Marc Casadó, que podrían asumir roles de rotación y cubrir esa baja sin un gran coste.
El gran problema es que ambas posturas son firmes, y el tiempo apremia. El club necesita cerrar varias operaciones antes del 30 de junio para mejorar sus cifras de fair play financiero. Deco quiere que Christensen sea una de esas salidas. Flick, en cambio, ha dejado claro que, si se va, será en contra de su voluntad.