Dani Olmo fue uno de los grandes fichajes del pasado verano en el FC Barcelona. Su llegada generó una enorme ilusión entre los aficionados y la directiva, que lo ven como una pieza clave del proyecto deportivo a medio plazo. Sin embargo, su primera temporada como azulgrana estuvo marcada por la irregularidad, las lesiones y una competencia feroz por un puesto en el once. Ahora, con la inminente llegada de Nico Williams, muchos se preguntan si Olmo tendrá sitio entre los titulares. Y él mismo tiene la respuesta muy clara: no está en el Barça para ver los partidos desde el banquillo.
El jugador de Terrassa ha arrancado sus vacaciones con un objetivo en mente: prepararse como nunca para llegar a tope a la pretemporada con Hansi Flick. Dani sabe que la exigencia del técnico alemán será máxima, y que el margen de error será mínimo. Por eso, ha empezado un plan físico personalizado con profesionales de confianza, con el foco puesto en uno de los puntos débiles de su carrera: la continuidad.

Cero lesiones, máxima entrega
Las lesiones han sido el gran enemigo de Olmo en los últimos años, tanto en su etapa en el RB Leipzig como en su primera temporada en el Camp Nou. Y él es el primero en saberlo. Por eso ha decidido tomar medidas drásticas para reforzar su cuerpo y prevenir recaídas musculares, que han sido habituales en su historial. El objetivo es claro: estar disponible siempre que Flick lo necesite, sin interrupciones que limiten su impacto en el equipo.
En el Barça tienen claro que el mejor Dani Olmo es un jugador diferencial. Su calidad entre líneas, su visión de juego y su capacidad para generar ocasiones lo convierten en una pieza muy valiosa.

Nico no lo intimida
La posible llegada de Nico Williams ha disparado los rumores sobre cambios en el esquema ofensivo del Barça. Algunos analistas apuntan a que Olmo podría ser uno de los damnificados, perdiendo protagonismo en favor del extremo del Athletic. Pero Dani no lo ve así. Al contrario, considera que la competencia sana es positiva para el grupo y que el fichaje de Nico puede fortalecer aún más al equipo. Eso sí, no piensa ceder su puesto sin luchar.
Con ambición renovada y un plan físico que apunta a dejar atrás los problemas del pasado, Dani Olmo quiere demostrar que tiene sitio fijo en el Barça de Flick. Su plan no pasa por el banquillo: pasa por ser protagonista en la temporada en la que el club quiere volver a pelear por todo.