Alarmas apagadas. En principio y contra todo pronóstico, Stephen Curry estará recuperado antes de que empiecen los playoffs. El base de los Golden State Warriors, que el viernes se lesionó la rodilla en una acción con JaVale McGee, estará tres semanas de baja y no tendría que tener problema para estar con sus compañeros desde el comienzo de la fase definitiva de la temporada en la NBA, el 14 de abril.

Los Warriors han explicado que su estrella tiene un esguince de segundo grado en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda y que será reevaluado de aquí a tres semanas. De esta forma, Curry se despide de la fase regular pero no cierra la puerta a poder disputar los playoffs desde el primer partido. Lo más normal, sin embargo, es que Steve Kerr lo dosifique y durante la primera ronda vaya cogiendo ritmo competitivo.

Los Rockets siguen intratables y, sin Stephen Curry, los Warriors ven muy complicado atrapar al mejor equipo del año en el NBA. Los californianos ya han asegurado su presencia en los playoffs y no temen que perder a un jugador que ha promediado 26,4 puntos, 6,1 asistencias y 5,1 rebotes (en los 51 partidos que ha disputado esta temporada) sea demasiado problema. Su objetivo, precisamente, tiene que ser el de estar en perfectas condiciones cuando se encuentren con Houston, gran candidato al anillo.

Un año marcado por las lesiones

Sólo tuvieron que pasar 5 minutos y 15 segundos del primer partido del curso para que una estrella se lesionara: Gordon Hayward se fracturó la tibia en un salto con Lebron y ya dijo adiós a la temporada. "¡Se ha roto la pierna! ¡Se ha roto la pierna!", gritaba el mítico comentarista de la TNT, Kevin Harlan. El Opening Night de aquel 18 de octubre fue el preludio de una temporada marcada por muchas lesiones graves.

A partir de aquí, los deportistas han ido cayendo como fichas del dominó. Cousins, Waiters, Conley, Beverly, Roberson (y un largo etcétera) han cambiado las pistas por salas de operaciones. Además, otros jugadores como Nerlens Noel, Kevin Love, Kawhi Leonard y Kyrie Iving no han podido tener la continuidad deseada y algunos de ellos no tienen asegurada la fecha de retorno. Es el caso, por ejemplo, del mismo Irving, que se ha operado este fin de semana de la rodilla y los Celtics han anunciado que estará de baja un periodo estimado de entre 3 y 6 semanas, hecho por el cual empezará los playoffs más tarde que sus compañeros.

En pleno debate sobre el calendario, pues, el argumento de las lesiones cobrará (todavía más) trascendencia. Al final, la mejor liga del mundo tiene que querer contar con los mejores jugadores del mundo en el tramo decisivo de la temporada... y si bien es cierto que algunas lesiones se producen de forma fortuita, otras son causadas por la acumulación de minutos. Que no se extrañe Adam Silver, gerente general de la NBA, cuando vea que las franquicias estadounidenses dan descanso a sus estrellas en los últimos días de competición.