El FC Barcelona hará oficial una salida esperada: Ansu Fati se marcha cedido al AS Mónaco para la temporada 2025/26. La operación, largamente trabajada por la dirección deportiva, se ha cerrado con una cesión que incluye una opción de compra por parte del club del Principado, en un movimiento que deja clara una cosa: Hansi Flick no cuenta con el delantero para su proyecto.
Pese a los intentos de la cúpula blaugrana por recuperar al Ansu que deslumbró en sus primeros pasos en el primer equipo, la realidad es que la confianza del técnico alemán ha sido nula desde el inicio. Flick, que ya comunicó en las primeras reuniones con Deco que necesitaba extremos con velocidad, desborde y continuidad física, no veía encaje en un jugador cuya trayectoria ha estado marcada por las lesiones y la irregularidad.

Renovación antes de partir
Antes de salir rumbo a Mónaco, Ansu ha ampliado su contrato con el Barça hasta 2028, como medida de protección por parte del club. No se quiere perder el control de un activo valioso si logra explotar definitivamente en la Ligue 1. Además, ha aceptado diferir parte de su salario para facilitar la operación, una muestra de su compromiso con la entidad a pesar del desencanto de no contar para Flick.
El acuerdo económico entre Barça y Mónaco contempla un reparto al 50% del salario del jugador. Inicialmente, el club francés solo quería hacerse cargo del 30%, pero finalmente han llegado a un punto medio que desbloqueó la negociación. Ansu se beneficiará además del régimen fiscal favorable del Principado, al residir más de seis meses allí.
El objetivo: recuperar su mejor versión
El FC Barcelona espera que esta cesión sirva para que el joven extremo, de solo 22 años, recupere su mejor nivel competitivo. Ansu necesita minutos, continuidad y un entorno donde pueda volver a sentirse importante. En Mónaco contará con protagonismo desde el primer día y estará en una liga que favorece el talento ofensivo.

Por su parte, el Mónaco confía en que, si Fati responde, pueda ejecutar la opción de compra y quedarse con un talento que aún tiene margen de crecimiento.
Un adiós que no es definitivo
El club insiste en que no es un adiós permanente, sino un movimiento estratégico. Pero el hecho de que Flick haya dado luz verde a su salida sin oponer resistencia evidencia que el canterano no entra en los planes deportivos del nuevo entrenador. Si triunfa en Mónaco, el Barça tendrá la última palabra sobre su futuro. De momento, Ansu cierra otra etapa en Can Barça con la esperanza de reinventarse en la élite europea.