El FC Barcelona ya ha activado su plan para reforzar la portería de cara a la próxima temporada. Con el futuro de Szczesny en el aire —el veterano meta aún no ha decidido si seguirá o se retirará—, y con Iñaki Peña sin demasiada confianza del cuerpo técnico, la dirección deportiva culé liderada por Deco ha puesto sus ojos en Joan García, el prometedor guardameta del Espanyol. Es el elegido. Pero no será una operación sencilla ni para el Barça ni para el propio portero.
Desde el entorno de Joan García ya se han alzado voces de advertencia. Aunque el interés azulgrana es serio y real, el portero catalán sabe que fichar por el Barça conllevaría dos grandes problemas, tanto deportivos como personales, que podrían condicionar su decisión.
El primer obstáculo: la afición del Espanyol
Joan García ha sido sin discusión el jugador más destacado del Espanyol en esta temporada. Sus actuaciones bajo palos han sido clave para que el conjunto perico haya asegurado la permanencia con solvencia e incluso haya coqueteado con los puestos europeos. A sus 23 años, está llamado a ser uno de los grandes porteros del fútbol español en la próxima década, y muchos le ven como heredero natural en la portería de la selección.

Sin embargo, en el entorno blanquiazul cualquier operación con el Barça es vista como una traición. Las tensiones entre ambas entidades han crecido en los últimos meses, especialmente tras los cánticos, declaraciones cruzadas y la crispación en los derbis. En este contexto, si Joan García decide cruzar la ciudad y fichar por el eterno rival, la reacción de la afición perica podría ser muy dura.
Desde su entorno más cercano ya le han advertido: volver algún día a Cornellà con la camiseta azulgrana podría convertirse en un auténtico infierno. A diferencia de otros casos de traspasos entre equipos rivales, este podría tener un fuerte componente emocional y mediático que afectaría directamente al futbolista.
El segundo problema: Ter Stegen
El segundo gran obstáculo es estrictamente deportivo: Marc-André ter Stegen. El alemán es uno de los capitanes del Barça y, pese a haberse perdido gran parte de la temporada por una lesión de rodilla, volverá con la intención de recuperar la titularidad de inmediato. Flick confía en su compatriota, y salvo sorpresa, Ter Stegen seguirá siendo el portero número uno.
Esto deja a Joan García en una encrucijada. Si decide fichar por el Barça, tendrá que competir directamente con uno de los mejores porteros de Europa, con galones, experiencia y el respaldo del vestuario. Una situación nada sencilla para un jugador joven que busca continuidad y crecimiento.

Joan no está dispuesto a ser suplente de forma indefinida. Sabe que necesita minutos para mantener su progresión y para aspirar a la selección absoluta. Por eso, la posibilidad de llegar al Barça como segundo portero es vista con muchas reservas desde su entorno.
Decisión compleja
El Barça está dispuesto a negociar, e incluso podría ejecutar la cláusula del portero si se dan las condiciones, pero será Joan quien tenga la última palabra. Su progresión ha sido meteórica y tiene otras ofertas importantes de Premier League y LaLiga sobre la mesa.
Lo que está claro es que, si decide dar el paso, deberá estar preparado para asumir un reto tan exigente como arriesgado. Dos obstáculos que podrían marcar el rumbo de su carrera.