El Atlético y Simeone le han ganado la primera partida al Bayern de Guardiola (1-0). La intensidad, el hecho de creer en ellos mismos y la solidez defensiva, han permitido al Atlético que un fantástico gol de Saúl Níguez fuera suficiente para salir victoriosos contra el Bayern.

Las semifinales de la Champions son exigentes, duras y muy inciertas. Los de Simeone han jugado su partido, con su fútbol y han sometido al todopoderoso Bayern de Munich. Mucho esfuerzo físico, un equipo muy bien trabajado entre líneas y con una afición volcada de principio a final han hecho más cómodo el sufrimiento del Atlético.

Saúl, una joven perla

Ya hemos visto muchos buenos partidos del joven mediocampista del Atlético, Saúl Ñíguez. Pero no habíamos visto hasta ahora una precisión, delicadeza y velocidad tan esmeradas como en la jugada que ha hecho en el minuto 11 de partido. El alicantino ha hecho una jugada que perfectamente podría firmar el mismo Leo Messi. Con potencia se ha llevado la pelota a tres cuartos de campo, un toque preciso, y dos jugadores eliminados; un cambio de orientación de la pelota y supera otro; entra en el área, se la coloca en la pierna izquierda y rosca perfecta que toca el palo y entra dentro. Magnífico gol de Saúl.

A partir del gol, Simeone tiene enseñados a sus jugadores y han hecho como en la eliminatoria contra el Barça, encerrados detrás, líneas juntas y a esperar los contraataques. Guardiola y su Bayern lo han visto muy complicado. Se han encontrado a un Atlético muy bien posicionado y muy cómodo. Suerte de la media parte, porque el Bayern no tenía ideas, no sabía como penetrar el entramado defensivo de los colchoneros.

Cambio de chip

El Bayern ha vuelto al campo con más ideas, fresco y con una nueva lección de Guardiola durante el descanso. Ocasiones claras de los alemanes en los primeros minutos y los peores momentos de los de Simeone. El Calderón no ha parado de animar y los jugadores se lo han empezado a creer. Muy sólidos detrás, los colchoneros han hecho gala de ser el equipo menos goleado en las ligas europeas, por detrás su rival de hoy.

Los disparos lejanos y las jugadas a pelota parada han sido los puntos débiles del Atlético. Los de Guardiola han mejorado, han llegado al área, pero el muro del Atlético ha sido misión imposible para el Bayern.

El Atlético de siempre

El partido, sin embargo, ha ido a parar finalmente al antifútbol, a aquello que busca Simeone. Los colchoneros han caído al suelo en exceso, se han quejado por cualquier jugada y han perdido tiempo como están acostumbrados a hacer.

Simeone ha ganado la primera partida, pero en la vuelta en Munich no valdrá hacer el mismo partido. El Allianz Arena es diferente, Guardiola habrá analizado bien el partido y Mia San Mia, porque el Bayern es el Bayern.