El Museu del Vidre de Vimbodí busca nuevo vidriero artesano. Paco Ramos se jubila después de veintitrés años ofreciendo demostraciones en directo de vidrio soplado y el Ayuntamiento, propietario del museo, quiere encontrarle  un sustituto en un gremio donde la continuidad es escasa. De hecho, el museo es el único equipamiento dedicado al vidrio en toda Catalunya. No hay ningún lugar similar ni escuela para formarse. Incluso varios artesanos han tenido que ir al museo para alquilar el espacio y poder crear sus obras. El consistorio se plantea escoger un nombre entre jóvenes vidrieros como los que han hecho uso de las instalaciones. Ramos es el alma de este espacio, donde trabaja desde 1997. Es uno de los últimos artesanos catalanes dentro de la profesión. Su relevo no será cosa fácil.

Era profesor de vidrio caliente en Barcelona, especializado en piezas creativas. Buscando un cambio de aires, Paco Ramos se estableció en Vimbodí, donde se centró en su pasión: el vidrio tradicional catalán. Consciente de que era un sector "muerto y enterrado" desde hacía décadas, con un mercado prácticamente obsoleto, Ramos igualmente se lanzó de cabeza. "Me gustaba demasiado", dice a la ACN. Llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para hacer producción propia y para el museo.

En un museo donde se han llegado a recibir hasta 20.000 visitantes al año, este año la Covid-19 ha frenado las visitas, pero no la producción. La pieza estrella que más veces ha elaborado Paco Ramos son las aceiteras matrimonio —ha llegado a hacer una decena de variedades—, si bien la más compleja asegura que es la almarraja. Después de veintitrés años de trabajo, en mayo se jubilará y el museo se quedará sin su maestro artesano de referencia. Ramos defiende la entrada de nuevos vidrieros.

Vidrieros externos

De hecho, ya hace un tiempo que el taller acoge a vidrieros externos que alquilan el espacio para llevar a cabo sus obras, una salida que ayuda a hacer el museo más sostenible. Han pasado por el taller desde un joven vidriero que ha elaborado piezas para distribuir en Alemania, hasta maestros emergentes como el valenciano Rafa Abdon. Son algunas de las jóvenes promesas del vidrio que han pasado por el museo. "Hace falta que venga gente de fuera más joven, y no es la opción más válida, es la única", sentencia Ramos.

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Paco Ramos elabora artesanalmente un porrón en el taller del museo / ACN

El museo, situado dentro del pueblo, se compone de dos ámbitos: una exposición permanente en la primera planta y un taller, moderno y preparado, en la planta baja, donde se hacen las demostraciones. El taller renovó las instalaciones, ahora hace un par de años, con un nuevo horno eléctrico de fusión que sustituía el anterior de gas, así como unas arcas donde se enfrían lentamente las piezas, y se reordenó todo el espacio. Fue la primera gran intervención desde que abrió el museo el año 1993.

Reinventar el museo y abrirlo al diseño

El Ayuntamiento de Vimbodí ahora está evaluando como encarar el futuro de este singular equipamiento. Entre las posibles salidas se contempla traspasar la plaza ya existente a un nuevo vidriero. "Tampoco descartamos la posibilidad de conceder el taller a un joven artesano que pueda ocuparse del espacio y explote la producción de piezas de vidrio de toda la vida, y al mismo tiempo abrir el museo al diseño propio y atender encargos exclusivos", apunta el alcalde, Joan Canela.

El alcalde califica el museo como la piedra angular y uno de los polos de atracción turística de la zona, junto con espacios de interés muy visitados, como el monasterio de Poblet, el castillo de Milmanda, las legendarias viñas de donde Torres produce vino, y todo el paraje de las Muntanyess de Prades. "Necesitamos que el museo sea una potencia que nos aporte gente hacia el pueblo, y con el nuevo vidriero lo potenciaremos todavía más, con una nueva forma de trabajar el vidrio", añade.

Así, el planteamiento es poder asumir encargos específicos a demanda, pero sin dejar de elaborar las piezas más tradicionales que se hacían en esta región a principios de siglo. "Tenemos que tener claro hacia dónde tiraremos en un mes: si mantenemos la plaza de vidriero o concedemos el espacio a algún joven emergente con las ideas abiertas a hacer diseño propio; por ejemplo, Abdon es vidriero de renombre que no tiene taller propio", menciona el alcalde, que afirma tener ya algunos contactos.

El Ayuntamiento quiere aprovechar el inminente relevo, de cara a la primavera, para dar otro "aire" al museo y atribuir una nueva "visión" del vidrio, siempre reconociendo la gran tarea hecha por Ramos, al "contribuir a dar a conocer Vimbodí como villa vidriera". Paco Ramos, con sesenta y tres años y una extensa trayectoria en el arte del vidrio, es miembro fundador de la Associació Catalana de les Arts de Vidre (ACAV) y ordenado maestro artesano vidriero en el 2008.

 

Imagen principal: El maestro vidriero del Museu del Vidre de Vimbodí, Paco Ramos, trabajando en el taller, donde hace demostraciones de vidrio soplado / ACN