En ElNacional.cat somos dos redactores de cultura, los dos que formamos la escasa plantilla de Revers, Marta Gambín y yo, y después hay dos grandes críticos culturales: Dario Porras y Marc Villanueva, las dos firmas fundamentales de nuestra sección de sociedad, EnBlau. Tendríais que escuchar sus discusiones, casi diarias, sobre las series o las películas que han visto. Fascinante. A mí me resulta especialmente gracioso el sistema medidor cualitativo de Dario: Para él los libros, las películas, las series, los discos son maravillosos o no son. Si una cosa le gusta mucho, es maravillosa. Si no le gusta, no lo es. Ya está. Más esclarecedor y descriptivo, imposible. El hecho es que ahora, siempre que leo un libro, escucho un disco, o veo una película o una serie que me ha cautivado, me pregunto en qué parte de su maravillosa balanza crítica la pondrá Dario. Me pasó este fin de semana cuando acabé de ver The Bear, una serie que he devorado con la pasión con que un hooligan entona el himno de su equipo de fútbol. Y el lunes fue lo primero que hice cuando a las 10, puntual como siempre, apareció por Numància 46.

-¿Dario, has visto The Bear?

-¡Maravillosa!

Y ya está, este intento de reseña podría acabar aquí, porque no hay que añadir nada más. Porque The Bear es un jodido milagro tragicómico de 25 minutos por capítulo. Una maravilla. La mejor serie de la historia porque los protagonismos somos tú y yo. La mejor serie de la historia ni que sea por la escena final del último episodio de la primera temporada, con el Let Down de Radiohead como banda sonora.

The Bear
The Bear, una serie maravillosa

Tocados por la vida

Aquí la cosa va de un cocinero, que es uno de los mejores cocineros del mundo, cocinando para uno de los mejores restaurantes del mundo. Su hermano, que regenta uno modesto restaurante de bocadillos de Chicago, muere y le deja en herencia el tugurio, un local infesto cargado de deudas. OK, la realización es brillante y las interpretaciones brutales. El prota, Jeremy Allen White, en el papel del atormentado cocinero 'Carmy', lo hace de premio. Dos de los secundarios que lo acompañan, también: Ebon Moss-Bachrach en el rol de Richie 'El Primo', el mejor amigo del hermano muerto, uno de aquellos crápulas encantadores con un corazón tan grande como la lista de malas decisiones que han arruinado su vida, y Ayo Edebiri dando vida a  Sydney, una joven cocinera de talento desbordante que accede a trabajar en The Bear (así es como se llama el local de bocadillos) por pura admiración a Carmy.

The Bear

The Bear habla de un cocinero, pero lo podría hacer de un lampista, un profesor, un periodista o un panadero, el resultado sería el mismo: peña con sus movidas y sus mierdas

Todo perfecto, todo genialmente ejecutado, pero no, eso no es lo que hace de The Bear la mejor serie de todos los tiempos. Lo que hace de The Bear una producción única y especial, más allá de su sublime banda sonora, es que los protagonistas somos tú y yo. The Bear habla de un cocinero, pero lo podría hacer de un lampista, un profesor, un periodista o un panadero, el resultado sería lo mismo: peña con sus movidas y sus mierdas, con sus traumas y sus heridas por sanar y cerrar. Gente, como todas y todos, tocada por la vida que, cuando yo no puede más, sale al callejón a fumar un cigarro y vuelve al combate después de la última calada. Miradla, salís.

*Temas que podéis escuchar en la primera temporada de The Bear