El juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Huesca ha desestimado el recurso que la Generalitat de Catalunya había interpuesto contra el retorno de las obras de arte de Sijena a Aragón. El mismo juzgado había establecido el 25 de julio como fecha límite para el traslado provisional a Aragón de 97 obras situadas en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y en el Museu de Lleida Diocesà i Comarcal.

Urgencia

El juzgado ordena a la Generalitat que, como muy tarde, el 20 de julio notifique al gobierno de Aragón como se procederá al traslado. El abogado del Ayuntamiento de Sijena, Jorge Español, no descarta, en caso de no recibir esta notificación, pedir el apoyo de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional. La Generalitat también intentó paralizar la actuación mediante un incidente de ejecución presentado ante el Tribunal Constitucional, pero éste fue desestimado.

Un problema de tiempo

La Generalitat había interpuesto este recurso alegando que la resolución de devolver los bienes en Aragón no se puede considerar firme hasta que se hayan agotado las vías judiciales, y hay un recurso pendiente en la Audiencia oscense que todavía se podría recorrer al Tribunal Supremo. La Generalitat alegaba que era "incomprensible" ordenar el traslado de una entidad pública bien acondicionada a un inmueble privado y mal equipado de estas obras de arte.

La posición del Govern

Neus Munté, portavoz del Govern, ha afirmado que aunque éste es un tema muy "complejo", se debe tener en cuenta que, según la Ley de Patrimonio catalana, estos bienes tendrían que ser descatalogados antes de proceder a su traslado. Este es un proceso que necesita de cierto tiempo, y por lo tanto es difícil que se cumplan los plazos. Pero se ha reafirmado en que el proceso judicial no ha finalizado y que la Generalitat seguirá luchando por la custodia de estas obras.

Las obras de la discordia

El conflicto sobre los bienes de Sijena afecta a tres grupos de piezas diferentes. Por una parte están las pinturas del monasterio aragonés, que fueron extraídas de su emplazamiento original durante la guerra y que ahora se exponen en el MNAC, dentro de la espectacular colección de pinturas románicas (la mejor del mundo). Por otra parte hay algunas piezas que fueron cedidas o vendidas por las monjas de Sijena al Museu de Lleida y a diferentes instituciones (algunas de estas ventas se han declarado ilegales). E incluso hay una polémica que rodea una cuna de plata que ahora está en manos de algunos particulares. La cuestión básica es que el monasterio de Sijena era Monumento Nacional desde 1923, y que cualquier venta de bienes tendría que haber sido declarada. El gobierno aragonés alega que se le tendría que haber dado la posibilidad de adquirir prioritariamente estas piezas.