El nacionalismo español considera que la Constitución que promulgaron las Cortes de Cádiz en 1812 es la primera carta magna de la historia española. Pero, en cambio, una parte muy importante de la historiografía académica sostiene que el primer texto constitucional de la historia española fue la Carta de Bayona, promulgada en 1808. El motivo por el cual el nacionalismo español se ha enrocado en su postura se explicaría porque la Carta de Bayona nació como una "constitución bastarda", después de uno de los más episodios más vergonzosos de la historia de España: las mal denominadas abdicaciones de Bayona, cuando Fernando VII le vendió la corona española al emperador Napoleón.