La bajada de visitantes en los museos de Barcelona es uno de los efectos colaterales de la crisis del coronavirus y no es exclusiva de los que tienen más dependencia del público extranjero, ahora ausente. Desde el final del confinamiento y hasta octubre no han remontado, y la afluencia con respecto al mismo periodo del 2019 es hasta un 90% inferior al Museo Picasso, un 75% en el MNAC, un 80% en el Macba y un 68% en el CCCB.

Aunque ahora se han salvado del cierre de la actividad cultural ordenado por el Govern, ni eso ni el confinamiento perimetral de la ciudad de los fines de semana parecen haberlos favorecido. Pero siguen abiertos. Y mientras esperan que la crisis sanitaria remita para empezar a reponerse, algunos han visto claro que hay que trabajar para atraer más público local.

El mes de julio del 2019 pasaron por el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), en Montjuïc, 92.126 personas. Un año después, el número caía hasta los 15.212 visitantes. El ejemplo ilustra la situación de los museos barceloneses y catalanes durante esta pandemia: después de tres meses cerrados por el confinamiento, el público no ha vuelto masivamente a los centros de arte.

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Una mujer pasa ante un tipo de cronología artística a la exposición 'ACCIÓ. Una història provisional dels noranta', al MACBA / ACN

No lo ha hecho -por razones obvias- en museos que viven fuertemente del público extranjero (caso del Museo Picasso, la Fundación Joan Miró o de los tres museos de la Fundación Gala-Salvador Dalí en Girona), pero tampoco se han salvado de la crisis los que reciben más visitas locales, como pueden ser el CCCB (-65% de público desde junio) o el MNAC (-75% de público desde junio).

Las circunstancias de la pandemia y la "psicología del ambiente" –en expresión del director del MNAC, Pepe Serra- han contribuido al hecho que tampoco el público local, habitual o no, fuera suficiente para remontar. Serra cree que ahora "toca aguantar" y pensar que "por poco que mejore" la situación sanitaria "se tendrá que notar una respuesta". "Claro que querríamos que el número de visitantes fuera muy superior al actual, pero es importante seguir abiertos, hacer proyectos y participar del debate que se produce en el ámbito local y global sobre el sentido y el rol de los museos", sostiene.

Apuntalar al público local

En todo caso, el mismo MNAC y también el Museo Picasso han aprendido lecciones de esta crisis, y una tiene que ver con el público al cual se dirigen. "La situación hoy es por descontado excepcional y diferente de un año normal en el museo, que tiene muy público internacional", asume el director del Museo Picasso, Emmanuel Guignon. Destaca que han doblado el número de visitantes barceloneses durante estos meses, y señala que eso los "conviene" y mucho. De hecho, el próximo año y hasta el 2023 -cuándo se celebrará el 50.º aniversario de la muerte del pintor malagueño- el museo trabajará "más que nunca" sobre su propia colección y específicamente en la presencia de Picasso en Barcelona y las relaciones entre el artista y su ciudad de adopción, y viceversa.

El mismo MNAC que ya, parte de un porcentaje mucho más elevado de visitantes barceloneses y catalanes, prepara a un 2021 "muy finalista, con proyectos muy concretos y un sentido social y cultural muy claro", según Pepe Serra.

Dos visitantes en una sala de la exposición del World Press Photo 2020 al CCCB ACN

Dos visitantes en una sala de la exposición del World Press Photo 2020, en el CCCB / ACN

El Macba tampoco se ha escapado de esta situación, y la caída de visitantes se sube hasta el 80%. A modo de ejemplo, en agosto del 2019 pasaron por el céntrico museo barcelonés casi 30.000 personas, y el mismo mes de este año no han llegado a las 5.000. En conjunto, desde la reapertura en junio y hasta a final de octubre, han visitado el equipamiento 23.300 personas, muy lejos de las casi 111.000 que lo hicieron el año pasado en este periodo.

Otros centros de arte han notado menos el impacto de la crisis del coronavirus en el balance de visitantes. Sea porque partían de afluencias de visitantes menores, sea porque el suyo es un público "muy local y muy fiel", salas privadas como la de la Fundación Foto Colectània aseguran que no han notado la sacudida. Cifras en mano, la exposición temporal dedicada al fotógrafo japonés Daido Moriyama fue visitada entre junio y octubre de 2020 por unas 10.000 personas, un volumen de gente muy similar a lo que se acercó -durante el mismo periodo- el año 2019 a 'The Beauty of Lines'.

Poca incidencia del cierre cultural

Después de unos meses de relativa tranquilidad en los museos más allá de las restricciones de aforo y la adaptación de las visitas para ofrecer seguridad sanitaria, en noviembre se ordenó el cierre de buena parte de la actividad cultural y, también, el confinamiento perimetral de los municipios los fines de semana.

A estas alturas, los equipamientos no se atreven a sacar conclusiones definitivas sobre si la reducción de la oferta cultural y la restricción a la movilidad fuera de Barcelona los ha podido beneficiar. Pero los primeros datos de que disponen no apuntan hacia esta dirección.

Si han notado un ligero repunte de visitantes durante los últimos fines de semana, lo atribuyen de momento a la coincidencia con el estreno de nuevas exposiciones temporales. En el Macba, el primer fin de semana de nuevas restricciones fue flojo, explican, mientras que el segundo de noviembre fue lo mejor desde la reapertura, con un millar de visitantes (justo después de que se inaugurara la muestra dedicada a la artista catalana Fina Miralles, 'Soy todas las que he sido'.

El mismo le ha pasado estos días en el CaixaForum –que no ofrece datos globales de asistencia desde la reapertura. El centro de la Fundación "la Caixa" en Barcelona estrenó poco antes del confinamiento perimetral las exposiciones 'Arte y mito. Los dioses del Prado' y 'Vampiros. La evolución del mito'. Estos "dos platos fuertes" de la temporada llevaron a 1.500 visitantes diarios al museo el primer fin de semana de mes (eso es, la capacidad máxima permitida actualmente del 33%) y, el segundo, 400 personas no pudieron entrar porque ya se habían agotado las entradas.

 

Imagen principal: Cartel con medidas higiénicas en el Museo Picasso / ACN