Un camión escoltado por los Mossos y cargado con las últimas 42 de las 111 obras de arte originarias de las parroquias de la Franja de Ponent ha salido a las diez y media del Museo de Lleida en dirección al Museo Diocesano Barbastro-Monzón. Buena parte de los bienes formaban parte de la exposición permanente del equipamiento leridano, como el frontal de Tresserra, la arqueta de Buira o el fragmento del retablo del Nacimiento y Epifania de Binacet. Una cuarentena de obras más se marcharon el viernes pasado y la otra treintena se hicieron en dos envíos en febrero, después de que el Consorcio del Museo acordara entregarlas a Aragón en cumplimiento de la ejecución provisional de una sentencia. Una comitiva del gobierno aragonés las recibirá en el Museo Diocesano hacia el mediodía.

Lleida no se rinde

El Consorcio del Museu de Lleida celebró este martes una reunión extraordinaria, después de que el viernes pasado, 5 de marzo, el juzgado de primera instancia de Barbastro (Huesca) desestimara las alegaciones formuladas por el consorcio en contra del traslado de las obras, y se iniciara el traslado de parte de ellas a Aragón. La conclusión: agotar todas las instancias judiciales, tanto nacionales como internacionales, para defender que las obras de arte de las parroquias de la zona oriental de Aragón forman parte de una unidad de colección artística histórica.

El conflicto por las obras de arte se remonta a 25 años atrás, cuando las parroquias oscenses se segregaron de la diócesis de Lleida y se integraron a la de Barbastro-Monzón, reclamando los bienes que habían salido años atrás de estas localidades aragonesas para integrarse en el Museo de Lleida. Tanto los tribunales eclesiásticos como la justicia ordinaria han establecido que la propiedad de las obras en litigio corresponde a Aragón.

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Lleida se despide del arte de la Franja / ACN

Igual que ya hicieron anteriormente, desde el consorcio siguen denunciando la "judicialización" del patrimonio oscense custodiado por el Museo de Lleida y la, a su juicio, "indefensión jurídica" de las resoluciones dictadas, que provocan "dilación y contradicciones" en las respuestas por parte de los tribunales de Aragón. Asimismo, exigen una "resolución jurídica diligente" para que la tramitación legislativa no constituya un bloqueo en las acciones posteriores que se puedan emprender.

Paralelamente, los patrones del consorcio pidieron que se atienda al "principio de permanencia e integridad" de las colecciones centenarias del Museo de Lleida, así como la profesionalidad del equipo del museo leridano en la custodia y la conservación preventiva de las mismas. Finalmente, agradecieron el apoyo de la ciudadanía, la sociedad civil y los colectivos profesionales y redes de museos de Catalunya.

Por su parte, el Govern manifestó públicamente su apoyo al Consorci del Museu de Lleida, después de aprobar un acuerdo en el cual manifiesta su compromiso en la defensa y protección del patrimonio cultural. El objetivo de este acuerdo es el de "revertir" decisiones que "ponen en peligro" todas estas acciones de salvaguarda histórica que llevan a cabo los museos y rechazar cualquier intento de politización en relación al patrimonio cultural. El Govern considera que la colección del Museu de Lleida es un instrumento básico para la historia y la identidad del territorio, por lo cual la dispersión de cualquier elemento perjudica al conjunto y disminuye el valor cultural de cada uno de los objetos.

El obispado oscense también reclamará sus bienes

Todo, antes de que el vicario del obispado oscense, Nicolás López, anunciara este martes que su diócesis iniciará los procedimientos legales con el fin de recuperar los bienes que actualmente se encuentran expuestos en el Museo de Lleida, una vez ha visto que la estrategia seguida por el obispado de Barbastro ha sido efectiva. Concretamente, el obispado aragonés quiere recuperar varias obras de arte de las parroquias de Berbegal, Peralta de Alcofea y del Tormillo, tres parroquias que formaron parte de la diócesis de Lleida hasta 1954.