Murió Arturo San Agustín, periodista y escritor nacido en Barcelona en 1949 en Poblenou, entre las barracas del Somorrostro y la Barceloneta. San Agustín colaboraba regularmente como columnista en El Periódico, El Mundo y La Vanguardia desde 1970, después de una carrera de más de diez años como creativo publicitario en cuatro de las principales agencias españolas. Es autor de más de 13 libros, la mayoría de los cuales combinan la crónica periodística y el relato personal, y en 1999 ganó el Premio Ciutat de Barcelona de periodismo

Hijo de la Barceloneta y vaticanista experto 

Como explicó en alguna entrevista personal, su familia popularizó "la bombilla", que nació en La cova fumada de la plaza de la Barceloneta, donde San Agustín pasó su infancia. Hijo de un trabajador de la gasística El Arenal, cuando era un niño vivia con su familia en el antiguo palacete Charles Lebon, y vio la transformación de la Barceloneta en una meca del turismo masivo internacional.

Del Aragón al Vaticano

Sus padres eran aragoneses, y durante más de una ocasión aprovechó para señalar que el PSC era una creación de "señoritos" de Sarrià con Pasqual Maragall a la cabeza; recriminaba al partido que no defendía con suficiente convicción a los catalanes del área metropolitana. Era amigo de José Antonio Labordeta, que le convenció para escribir sobre Aragón, su tierra de origen; San Agustín lo hizo en Pluma de Buitre.

Enamorado de Roma

Aparte de su labor como cronista de su ciudad natal y del barrio de la Barceloneta, San Agustín tenía buenos contactos en Roma y el Vaticano, lo que le permitió tener acceso a cardenales influyentes dentro de la Curia vaticana. Parte de su obra se centra en cuestiones vaticanas y en la ciudad de Roma. Su libro Tras el portón de bronce (2015) incluye muchas entrevistas y tiene la ambición de poner el catolicismo en relación a los nuevos tiempos.

El periodista y escritor es también el autor de varios documentales, uno de ellos titulado El Vaticano: un lugar ambiguo. Durante su faceta como publicista, dos de sus campañas fueron premiadas en el Festival de Cannes. A lo largo de su carrera, San Agustín también ganó el Premio Plaza Mayor de Poesía y fue finalista del Premio Antonio Machado de narraciones cortas, además de recibir el premio Continuará de RTVE.