El Museu de l'Art Prohibit cerrará las puertas este viernes solo un año y medio después de inaugurarse. Así lo ha anunciado su impulsor, Tatxo Benet, que asegura que se trata de una clausura no deseada que atribuye a las pérdidas provocadas por las protestas del sindicato SUT delante del edificio los últimos cuatro meses. "Durante este tiempo, las coacciones e injurias derivadas de esta contingencia han afectado al funcionamiento habitual del equipamiento y las pérdidas son insostenibles", detallan desde el museo en un comunicado. Ahora, se convertirá en una colección nómada con exposiciones itinerantes por todo el mundo. "Una colección que se mantendrá viva y será un punto de encuentro para plantar cara a la censura", precisan los impulsores.

Museu del Arte Prohibido foto ACN
Museu de l'Art Prohibit / Foto ACN

La protesta nace de la huelga convocada indefinidamente desde el pasado 26 de febrero y promovida por el sindicato SUT y cinco trabajadores de dos empresas subcontratadas -Silicia y Palacios y Museos-, trabajadores que cubrían dos posiciones de trabajo: la de un auxiliar de vigilante de sala y la otra en la tienda. El museo rescindió el contrato con Magma Cultura, la empresa que prestaba los servicios al equipamiento, que envió un burofax anunciando una huelga indefinida secundada por las dos empresas.

Caída del 75% de los ingresos

Desde el museo defienden que los siete trabajadores de Magma no fueron despedidos y que han sido reubicados por su empresa "a otros equipamientos de la ciudad". "También queremos remarcar que la plantilla del Museu de l’Art Prohibit no ha estado nunca en huelga y que el resto de empresas subcontratadas tampoco", añaden. Según el equipamiento, se han registrado una caída del 75% de los ingresos con respecto al año anterior, y con respecto a las previsiones previstas de crecimiento, la disminución ha alcanzado el 95%.