En el Teatre Gaudí se representa una versión muy peculiar de Alicia en el país de las maravillas, a cargo del Escapade Theatre. Se trata de Alice in Wonderland, un musical dirigido por Sue Flack, quien ha adaptado el texto de Lewis Carroll. No se trata de un montaje basado en la abundancia y espectacularidad de los recursos, como pasa en tantos otros musicales, sino en la aplicación sistemática de un ingenio desbordante. Un magnífico espectáculo que hace recuperar el aprecio por el teatro, y que demuestra que Lewis Carroll, continúa vigente, y que no es sólo un autor para niños. Alicie in Wonderland estará en este escenario sólo hasta el 29 de mayo.

Equilibrio conseguido

En Alice in Wonderland hay texto, hay danza, hay canciones... Pero todo se encadena con perfecta naturalidad. El texto no es un simple pretexto para enlazar canciones, sino que las canciones y los bailes se ponen al servicio de la coherencia y el enriquecimiento del argumento. Así se consigue una obra "irreverente y sexi", como afirman los miembros del Escapade Theatre. Y el Teatre Gaudí es un espacio idóneo para verlo, ya que la distancia entre el espectador y los actores es mínima y se consigue que el público quede inmerso en el mundo de fantasía de Carroll.

El reino de la ilusión

Alice in Wonderland consigue hacer verosímil una historia increíble. Y lo hace con una economía de recursos admirable. Hace creer al público que Alícia crece y se encoge, y que cae en un agujero sin fin. El conejo y el gato, sin grandes artificios de maquillaje, consiguen plenamente asumir su papel. No hay decorados sofisticados: un carro de supermercado, cuatro tablones, una puerta en miniatura... Y un vestuario reluciente y poco sofisficado, que consigue ser bien convicente. Todo funciona a la perfección.

Más Carroll que Disney

Hay pocas obras que hayan sido más tergiversadas que Alícia en el país de las maravillas. Escapade Theatre recupera el espíritu más puro de Lewis Caroll, en el 150 aniversario de la publicación de su libro estelar, y construye una historia fantástica de magia y absurdo. Los interrogantes que se abren a Alícia es obvio que no tienen respuesta. La muerte está bien presente, en la amenazadora figura de la reina de cartas. Que nadie espere una lección de moral fácil al fin de la obra. Esta Alicia no es la de Disney.

L'Escapade Theatre

Este grupo fue formado por Sue Flack, actriz y directora inglesa instalada en Barcelona desde 1990. Escapa de las redes habituales del mundo escénico catalán; en algún caso incluso ha recurrido a actores de teatro de calle, con excelentes de sus resultados. Muchos de sus miembros se dedican profesionalmente a actividades que no tienen nada que ver con la escena, pero a Alice desbordan talento. Las obras del Escapade han disfrutado de un buen reconocimiento de la crítica. Decadence y La metamorphosis se presentaron en el Grec en 1998 y 1999. En el 2013 tuvieron mucho éxito con el musical Mac the Knife. Y en el 2014 llevaron a escena, con mucho éxito, David Copperfield de Dickens...

Verkami

Alice in Wonderland se ha financiado parcialmente gracias a una campaña de crowdfunding en Verkami. Las peticiones eran más bien modestas: estaba la posibilidad de contribuir desde 15 euros. El presupuesto de la obra es de lo más discreto. Se pedían fondos para el vestuario (1.431€), para el atrezzo (800€), para el alquiler de los micrófonos sin hilos (1.000€) y para la promoción (725€). Un total de 3.956 euros. Para un espectáculo de estas características, no demasiado...

Subtítulos en catalán

El espectáculo se ofrece en inglés con subtítulos en catalán, ya que buena parte de los actores son anglófonos instalados en Barcelona. Pero dadas las características de la obra, es difícil seguir al mismo tiempo los subtítulos y las evoluciones de los actores. Y, para una parte importante del público potencial, el inglés es un obstáculo para poder disfrutar del musical sin esfuerzo. Una limitación para algunos, dentro de la excelencia de este montaje.