Este ardiente agosto en que hemos entrado está cargado de fuertes tensiones que nos retrotraen a peligrosos momentos del pasado. El lanzamiento de otro misil internacional el 28 de julio por parte de Corea del Norte ha encendido todas las alarmas en Washington. "La prueba confirma que todo el territorio de Estados Unidos está ahora a nuestro alcance", dijo el líder norcoreano Kim Jong-un. Donald Trump señaló en Twitter que se siente "muy decepcionado con China". Pekín ha respondido que la cuestión norcoreana no surgió en China. Algunos expertos advierten sobre la gravedad de la situación.

Uno de los más relevantes, el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard, Graham Allison, ha visitado recientemente el ala oeste de la Casa Blanca. Autor del libro La trampa de Tucídides, Allison advierte, recordando la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, que "cuando una potencia ascendente amenaza desplazar a un poder dominante, deben sonar las señales de alarma". "China y EEUU están en un camino que conduce a la guerra, a menos que las dos partes no tomen medidas dolorosas para evitarlo", dice Allison.

"Cuando una potencia ascendente amenaza desplazar a un poder dominante, deben sonar las señales de alarma"

Corea del Norte es vista en Occidente como una dictadura estalinista trasnochada, pero este país fascina a los chinos que aman hacer travesías por el río Yalu, donde encuentran la ocasión de descubrir el pasado de su país. En Pyongyang, su capital, el menosprecio hacia Corea del Sur es indisimulable al pensar que Seúl ha aceptado convertirse en una colonia de EEUU.

Trump ha advertido que "la paciencia se está agotando" y ha amenazado con un ataque preventivo tras el primer misil disparado el 4 de julio, fiesta de la Independencia americana. El diálogo con China para que persuada a su protegido norcoreano de renunciar al arma nuclear "no ha funcionado" y las conversaciones de Trump con Xi Jinping en Florida no fueron fructuosas, según el profesor Allison.

Ante la evolución actual de los acontecimientos, el experto de Harvard, que mantiene estrechos contactos con Singapur, piensa que se aprecian grandes similitudes con la crisis de los misiles de Cuba, que en 1962 llevó a la URSS y a EEUU al borde de la guerra nuclear. Durante los trece días que duró el dramático tira y afloja entre Kennedy y Kruchev estuvo en juego la paz mundial.

"La peligrosidad del momento geoestratégico actual no se inclina hacia la calma"

La crisis actual de Corea del Norte es una "crisis de los misiles en ralentí", dice Allison. Entonces, "Kennedy debía escoger entre atacar a los misiles de Cuba o aceptar la decisión de los soviéticos de crear una presencia peligrosa para EEUU a algunos kilómetros de sus fronteras". Hoy se produce, con la evolución de la tecnología, una situación similar, sin contar con los daños que podrían sufrir Corea del Sur y Japón. De momento, y para evitar un segundo frente de riesgo, Washington ha advertido a La Habana que la apertura se retrasará hasta que el gobierno cubano no dé mayores pasos hacia la democracia.

Graham Allison piensa que la peligrosidad del momento geoestratégico actual no se inclina hacia la calma y el equilibrio, persuadido de que "una grave crisis se aproxima en los meses venideros". Aviso a tener muy en cuenta después de la respuesta que recibió el viceministro de Comercio de China, Qian Keming, quien dijo que no había vínculos entre la cuestión de Corea del Norte y el comercio entre Pekín y Washington.

La respuesta de la Casa Blanca llegó rápido, dos días después. Según Reuters, Trump está cerca de adoptar una decisión sobre cómo responder a lo que considera prácticas comerciales injustas de China, iniciando una investigación al respecto, dijo un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense. La decisión podría ser inminente, afirmó el funcionario, hablando bajo condición de anonimato.