La comparecencia del presidente en funciones, Mariano Rajoy, ayer después de la reunión con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, provocó cierta estupefacción en la Moncloa. Era la primera vez que el mandatario español comparecía para dar explicaciones sobre una entrevista con un presidente de comunidad autónoma. Eso por no hablar de sus comentadas ausencias ante la prensa...

Tal fue la sorpresa del personal que incluso se le preguntó directamente por las razones que lo habían impulsado a encargarse de dar las explicaciones ante los medios. "Me parecía que era un buen momento para salir en rueda de prensa. Espero que nadie me lo reproche", ironizó.

Todo el mundo tenía presente, sin embargo, que el presidente en funciones se prepara para una campaña electoral y que los argumentos de la reunión le iban que ni pintados para calentar motores.

No obstante, lo que resultó todavía más inexplicable es que Rajoy compareciera a la misma hora en que lo hacía Carles Puigdemont en la Delegació del Govern en Madrid. No sería por voluntad de hacer un desaire al president catalán dado que la versión que desde la Moncloa se extendió a los cuatro vientos es que la reunión, a pesar de las distancias siderales de las respectivas posiciones, había dado un resultado positivo.

Parece que la razón seria más prosaica i menos política. Las malas lenguas apuntan que las cuitas del presidente obedecían ni más ni menos que al Depor-Barça que empezaba a las 8 de la noche.