Sergi Alcàzar y Montse Giralt
Las imágenes más recurrentes de las últimas semanas en Barcelona son las de la suciedad que se extiende por todos los rincones de la ciudad. Desde los contenedores llenos de basura hasta las montañas de hojas sin recoger, pasando por los parques y otras zonas verdes totalmente resecas, el estallido de problemas en Sant Andreu por el nuevo sistema de recogida Puerta a Puerta y la degradación sistemática de las acciones de urbanismo táctico.
¿Barcelona está sucia? Entidades vecinales y partidos políticos de la oposición coinciden en asegurar que la ciudad está más sucia que nunca, aunque el Ayuntamiento de Barcelona se esfuerza a dar una imagen de normalidad, pero lo que se puede constatar paseando por los barrios, tanto en el centro de la ciudad como en cualquier otro punto es que la imagen de ciudad dejada es este verano más persistente que nunca.
Uno de los problemas asociados a la suciedad es el de las plagas. Las palomas pueden ser los animales más visibles que se acercan a los restos de basura en busca de alimento, pero también se pueden acercar todo tipo de insectos y, si el paraje es solitario, también las ratas, con el peligro de que todo ello derive en enfermedades. / Foto: Sergi Alcàzar
Imagen repetida cada día en las calles de Ciutat Vella y otras zonas de la ciudad donde se juntan calles estrechas y animación nocturna a pesar del toque de queda. Las calles llenas de orines, tanto humanos como animales, así como de excrementos, son algunos de los ejemplos más visibles, así como malolientes, de la falta de limpieza en Barcelona / Foto: Sergi Alcàzar.
El sistema de recogida Puerta a Puerta implementado en mayo a Sant Andreu y que ya funcionaba en Sarrià comporta que haya mucha más basura en la calle, incluso cuando se saca siguiendo las indicaciones del ayuntamiento. Ahora bien, si no se saca el residuo el día que toca, la bolsa se abandona en la calle con una etiqueta que informa que no se ha hecho bien, quedando todo el día en medio de la vía pública. / Foto: Montse Giralt.
La última innovación del Ayuntamiento de Barcelona es esta papelera con una plancha en la parte superior para evitar que se tiren en ella las bolsas de basura. Muchos vecinos de Sant Andreu lo hacen en protesta por el sistema de recogida Puerta a Puerta. / Foto: Montse Giralt
El sistema de recogida Puerta a Puerta obliga a los vecinos a utilizar bolsas reciclables distribuidas por el ayuntamiento, que controla el contenido gracias a chips que identifican al propietario de la basura, un control de la vida privada que muchos vecinos no toleran. / Foto: Montse Giralt
Otro signo de suciedad, alcorques de árboles llenos de malas hierbas y hojas. De un tiempo a esta parte se percibe dejadez en los parterres y zonas verdes, muchas de las cuales han quedado resecas ante la falta de lluvia. / Foto: Sergi Alcàzar
La caída de hojas de los plátanos se ha adelantado a causa de la sequedad y la poca efectividad a la hora de recogerlas ha dado lugar a imágenes poco habituales en verano, como esta, con hojas ocupando una plaza de aparcamiento de motos en el Eixample, además de un alcorque que ha perdido su árbol. / Foto: Sergi Alcàzar
La diferencia de alineación de una calle del Barri Gòtic parece hecha expresamente para ocultar las bolsas de basura amontonadas. Quizás desde el otro lado de la calle no se ven, pero están. Y aunque no se vean, probablemente se huelen, que en verano apestan más que nunca. / Foto: Sergi Alcàzar
El centro turístico y comercial de Barcelona no se escapa de la suciedad, como este grupo de contenedores junto al paseo de Gràcia con muchas bolsas y basura derramada alrededor. Una foto de postal inesperada para muchos de los turistas que pasan a diario por la zona. / Foto: Sergi Alcàzar
El sistema Puerta a Puerta funciona actualmente en los cascos antiguos de los barrios de Sarrià y Sant Andreu y prevé expandirse a en octubre por más zonas de Sant Andreu y el casco antiguo de Horta. Sacar cada día un tipo diferente de basura siguiendo un calendario ha provocado protestas entre los vecinos. / Foto: Montse Giralt
El Ayuntamiento de Barcelona ha distribuido entre los vecinos diferentes tipos de contenedores para tirar cada residuo por separado. Un vecino del barrio, Pere Sacot, saca papel y cartón a la calle para ser retirado por los equipos de limpieza. / Foto: Montse Giralt.
Uno de los problemas que genera el sistema de recogida Puerta a Puerta es que la presencia de alimentos en las basuras atraen los animales. Pueden ser perros, que se controlan mejor, pero también pueden ser ratas, mucho más difíciles de gestionar, especialmente a las horas nocturnas. / Foto: Montse Giralt
El distrito de Gràcia no se escapa de la suciedad y hay calles tan sucias que con toda probabilidad el calzado se enganchan al caminar, todo un preludio de lo que puede pasar durante las Fiestas de Gràcia que justo ahora empiezan / Foto: Sergi Alcàzar
En la zona afectada por el Puerta a Puerta de Sant Andreu sólo se han conservado los contenedores de cristal, como este de la plaza de las Palmeras, que parece haberse convertido en el sitio para abandonar basura de gran formato como los colchones viejos. A la derecha, un camión de basura, que han tenido que aumentar la presencia en el barrio ante la avalancha de suciedad. / Foto: Montse Giralt
Uno de los problemas asociados a la suciedad es el de las plagas. Las palomas pueden ser los animales más visibles que se acercan a los restos de basura en busca de alimento, pero también se pueden acercar todo tipo de insectos y, si el paraje es solitario, también las ratas, con el peligro de que todo ello derive en enfermedades. / Foto: Sergi Alcàzar
Imagen repetida cada día en las calles de Ciutat Vella y otras zonas de la ciudad donde se juntan calles estrechas y animación nocturna a pesar del toque de queda. Las calles llenas de orines, tanto humanos como animales, así como de excrementos, son algunos de los ejemplos más visibles, así como malolientes, de la falta de limpieza en Barcelona / Foto: Sergi Alcàzar.
El sistema de recogida Puerta a Puerta implementado en mayo a Sant Andreu y que ya funcionaba en Sarrià comporta que haya mucha más basura en la calle, incluso cuando se saca siguiendo las indicaciones del ayuntamiento. Ahora bien, si no se saca el residuo el día que toca, la bolsa se abandona en la calle con una etiqueta que informa que no se ha hecho bien, quedando todo el día en medio de la vía pública. / Foto: Montse Giralt.
El sistema de recogida Puerta a Puerta obliga a los vecinos a utilizar bolsas reciclables distribuidas por el ayuntamiento, que controla el contenido gracias a chips que identifican al propietario de la basura, un control de la vida privada que muchos vecinos no toleran. / Foto: Montse Giralt
La caída de hojas de los plátanos se ha adelantado a causa de la sequedad y la poca efectividad a la hora de recogerlas ha dado lugar a imágenes poco habituales en verano, como esta, con hojas ocupando una plaza de aparcamiento de motos en el Eixample, además de un alcorque que ha perdido su árbol. / Foto: Sergi Alcàzar
La diferencia de alineación de una calle del Barri Gòtic parece hecha expresamente para ocultar las bolsas de basura amontonadas. Quizás desde el otro lado de la calle no se ven, pero están. Y aunque no se vean, probablemente se huelen, que en verano apestan más que nunca. / Foto: Sergi Alcàzar
El centro turístico y comercial de Barcelona no se escapa de la suciedad, como este grupo de contenedores junto al paseo de Gràcia con muchas bolsas y basura derramada alrededor. Una foto de postal inesperada para muchos de los turistas que pasan a diario por la zona. / Foto: Sergi Alcàzar
El sistema Puerta a Puerta funciona actualmente en los cascos antiguos de los barrios de Sarrià y Sant Andreu y prevé expandirse a en octubre por más zonas de Sant Andreu y el casco antiguo de Horta. Sacar cada día un tipo diferente de basura siguiendo un calendario ha provocado protestas entre los vecinos. / Foto: Montse Giralt
Uno de los problemas que genera el sistema de recogida Puerta a Puerta es que la presencia de alimentos en las basuras atraen los animales. Pueden ser perros, que se controlan mejor, pero también pueden ser ratas, mucho más difíciles de gestionar, especialmente a las horas nocturnas. / Foto: Montse Giralt
En la zona afectada por el Puerta a Puerta de Sant Andreu sólo se han conservado los contenedores de cristal, como este de la plaza de las Palmeras, que parece haberse convertido en el sitio para abandonar basura de gran formato como los colchones viejos. A la derecha, un camión de basura, que han tenido que aumentar la presencia en el barrio ante la avalancha de suciedad. / Foto: Montse Giralt