El pasado domingo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmó que desde la capilla ardiente que la cantante Núria Feliu tendrá una plaza en el barrio de Sants. El proceso de cambiar el nombre de alguna plaza o calle de Sants se espera que pueda llevar su tiempo, pero hay vecinos del barrio que no están dispuestos a esperar. Esta madrugada un colectivo denominado Pelotón Feliu han cambiado el nombre de la calle de Joan Güell, sustituyéndolos con carteles de Núria Feliu, en la cual describen como: "cantactriz, giganta y estrella".

El colectivo ha escogido meticulosamente la calle a la cual han cambiado el nombre, el de Joan Güell i Ferrer. El Pelotón Feliu señalan en Güell como un "negrero". En un hilo a su perfil de Twitter, el colectivo expone que Güell, después de estudiar náutica, emprendió "por su cuenta el negocio del tráfico de esclavos, incluso después de que se redacten las primeras leyes que lo prohíben". El colectivo denuncia el pasado esclavista del fundador de la estirpe Güell, la cual marcó el movimiento modernista.

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La promesa del Ayuntamiento

El gobierno municipal ya abrió la puerta a introducir a Núria Feliu en el nomenclátor de la capital, aunque la alcaldesa mencionó una plaza y paso una calle, como ha señalado este colectivo. "Sin duda tendrá una plaza en el barrio de Sants. Se tendrá que ver cuál será la ubicación, pero no hay ningún tipo de duda que esta grandísima mujer santsenca tendrá que tener una plaza", afirmó Colau, quien detalló que la propuesta "se está comentando con la familia, las entidades del barrio y los grupos municipales".

A pesar de la promesa de Colau, en Barcelona, para dedicar una calle a una persona concreta es necesario que hayan pasado, como mínimo, cinco años desde su muerte, un plazo obligatorio que solo tiene una excepción prevista, de que la persona en cuestión hubiera recibido, en vida, la Medalla de Oro de la Ciudad. Núria Feliu no recibió nunca esta distinción, aunque el año 2008 recibió la medalla de honor de la ciudad.

Núria Feliu murió el pasado viernes a los 80 años. El año 2021 sufrió un ictus y unas complicaciones médicas posteriores que no consiguió superar. La noticia de su muerte sacudió la sociedad catalana, que se volcó al recordar su larga trayectoria, eso como su activismo y defensa de la lengua catalana. Su capilla ardiente concentró centenares de personas que querían dar el último adiós al artista.