Uno de los personajes más buscados de la historia, sin ningún tipo de duda, tiene un nombre: Wally. Este personaje espigado y de gafas creado por el británico Martin Handford seguro que te ha robado algunos minutos de tu vida escondido entre aglomeraciones infinitas de gente en diferentes parajes y ciudades de todo el mundo.

Estos días estamos viviendo la el fenómeno de Pokemon Go, un app que ha calado hondo entre otras cosas porque estas icónicas criaturas de los dibujos animados japoneses nos han invadido conviviendo entre nosotros por las calles y rincones de nuestro día a día.

Pues bien, con Wally ha sucedido un fenómeno parecido. Concretamente ha sido localizado en Indiana, por los alrededores del hospital Memorial Children's de South Bend. Y todo gracias a Jason Haney, un obrero que junto con su hija ha ideado una curiosa iniciativa a fin de que los niños del hospital lo busquen desde las ventanas de su habitación.

En este caso el objetivo no es cazarlo como si fuera un Pikachu, sino que esta buena ocurrencia pretende sacarles una sonrisa a los niños, distraerlos y estimularlos en unos momentos que lo necesitan. Cada mañana, Jason cambia la localización de Wally, una figura de cartón de aproximadamente 2'4 metros de altura.

Encima de una grúa, escondido entre los andamios, en la terraza de un edificio...como en los libros, nuestro protagonista puede aparecer por cualquier lugar.

Los niños, enganchados a la ventana, son los encargados de resolver la incógnita cada mañana.