De Xavier Graset todo, absolutamente todo, es aprovechable. Es un hombre divertido y con una enorme vis cómica. También es sensible, claro, capaz de compartir con el público sus dramas personales e íntimos más conmovedores. Todo esto sin dejar de lado aquello en lo que destaca desde hace años en TV3, la reflexión, el debate, el conocimiento. Un todoterreno que conduce el 'Més 324' desde 2015, cuando la pública catalana intentó contrarrestar el poder de Josep Cuní, que acababa de fichar por 8tv, y hacía verdaderos estragos en los índices de audiencia. 6 años, más de 1000 programas y un montón de anécdotas después, Graset sigue en plena forma. Algún secreto debe tener.

Xavier tiene 58 años, pero la energía y la fuerza de dos de 29. Él no lo dirá e intentará hacernos creer que se siente más mayor de lo que nos imaginamos, pero no cuela. Bajo su imagen pausada se esconde alguien que vibra y de lo lindo con 'la chispa de la vida'. No hablamos de refrescos, no: lo hacemos de una actividad de ocio que, a medida que nos hacemos mayores, se desvanece y sólo recuperamos en ocasiones muy especiales. La juerga, efectivamente. La marcha nocturna, salir de fiesta, bailar, cantar, charlar y volver a casa a horas intempestivas. No lo decimos nosotros, sino él mismo: lo ha confesado en una entrevista en 'El Suplement' de Roger Escapa en Catalunya Ràdio, con una frase inequívoca. Esta: "Sólo vivimos una vez y por lo tanto, alegría. Y que dure. Sí, me gusta la noche".

Xavier Graset cono Roger Escapa Catalunya Radio

Xavier Graset con Roger Escapa / Catalunya Radio

Tenemos que explicar antes de continuar que no querríamos dar la impresión de dibujar a un tarambana, un alocado cierrasdiscotecas ni nada por el estilo. Si Xavier hace esta afirmación es porque le encanta el contacto con la gente, y si es en un ambiente distendido y diferente al de las rutinas pesadas del día a día, mejor. "Me gusta conocer gente, me gusta reír. La noche es un espacio de desinhibición, parece que se te abra otro margen. La gente tiene otra disposición y todo cambia de color". Una explicación que nos da ganas de abandonar el teclado y salir a celebrar de inmediato. No se puede decir mejor.

La charla entre los periodistas en El Born Centre de Cultura i Memòria de Barcelona nos ha permitido descubrir esta parte tan desconocida de Graset. Desconocida para el gran público, claro, porque hay una potencial multitud de gente que conocen de primera mano algunos de estos detalles. Por ejemplo, que es un visitante empedernido del Sònar Barcelona, el festival de música electrónica más famoso en el panorama internacional: "Soy fiel cada año. Como antes había la abuela del Sònar, yo soy el tío del Sònar". ¿Por qué esta cita? Porque le apasiona la música electrónica. Sí, es imposible resistirse: ya lo imaginamos moviéndose sincopadamente con el 'tum-tum-tum' de las bases de los temas. Pero la cosa no acaba aquí: también siente devoción por otros ritmos más 'sabrosones', como la música cubana. El son, la rumba, la conga o la habanera. Xavier rompe la pista cuando suenan. Qué gozada.

Si Xavier quiere ser nuestro tío de juergas, aceptamos encantados. Es garantía de diversión y buen rollo. Imaginamos, eso sí, que habrá cola. Y no nos extraña.