Lo hemos dicho muchas veces y no nos cansaremos de repetirlo: suerte que tiene el FC Barcelona del femenino. Siempre puedes confiar en ellas, devolviendo a la afición aquel sabor dulce de la victoria, la ilusión, la fe y la alegría. Este fin de semana, más que nunca: mientras el equipo masculino se ha visto inmerso en un absurdo huracán informativo sobre la continuidad de Xavi Hernández, las jugadoras de Jonatan Giráldez quieren sumar un nuevo título, el tercero de la temporada, y que esperemos sean 4 al finalizarla el 25 de mayo en Bilbao. En el País Vasco la lucha por la segunda Champions consecutiva será contra el Olympique de Lyon; esta tarde del 18 de mayo, en Zaragoza, es el turno de la Copa de la Reina (Letizia, en esta ocasión de cuerpo presente) contra las donostiarras de la Real Sociedad. Expectación máxima por ver a las Aitana, Alexia, Patri, Hansen y compañía haciendo historia. También a las que no pueden defender los colores por las lesiones, pero que no abandonan al equipo nunca: por ejemplo, Mapi León.
La defensa aragonesa se encuentra en una fase muy avanzada de su recuperación, después de sufrir una lesión de menisco que la ha dejado KO durante meses. María ya toca balón, participa en los entrenamientos de grupo y ha viajado a su ciudad de origen como una futbolista más, llegando a hacer esta mañana la sesión preparatoria en el estadio de La Romareda. Sin embargo, no tiene el alta médica, no jugará. Pero va haciendo avances, aparte de insuflar su carácter ganador y optimista a todas las compañeras. Patrio Guijarro, que acaba de cumplir 26 años, puede dar fe.
Mapi seguirá el partido de sus compañeras desde la grada, animando en cada jugada. Como experta en la retaguardia, analizará con enorme conocimiento de causa lo que pasa cerca de la portería culé, dónde ella era un baluarte indiscutible. Su lugar, curiosamente, lo está defendiendo y con solvencia la persona más especial para María: la noruega Ingrid Engen. Son la gran pareja del Barça, una simbiosis favorecedora también en términos técnicos y tácticos: Ingrid parece central, y de las mejores, de toda la vida.
Las muestras de afecto entre las dos azulgranas son constantes y una fuente de suspiros interminables para seguidores y seguidoras. Son atentas, detallistas, leales y simpáticas, cualidades que hacen sumar muchos puntos en términos de empatía. Hoy, horas antes de que la colegiada decrete el inicio del partido, no ha podido faltar la dedicatoria amorosa de Mapi a su querida Ingrid. Aprovechaba una fotografía de la internacional escandinava muy concentrada mirando a cámara, para dirigirle un breve pero significativo mensaje: "Vamos", acompañado de un corazón rojo reluciente y unas llamas bien vivas. No hay que añadir mucho más. Bueno, sí. Visca el Barça, especialmente el femenino.
