La hija de la infanta Elena, Victoria Federica, desde hace mucho tiempo está en boca de todo el mundo. El motivo no es otro que su meteórico ascenso dentro del mundo de las influencers. La joven, que tiene 21 años y estudia Marketing y Comunicación en un centro universitario norteamericano con sede en Madrid, ha experimentado un radical cambio en su estilo de vida de la noche a la mañana. En este sentido ha pasado de salir de fiesta hasta altas horas de la madrugada, a asistir a eventos de alto copete, ganar mucho dinero por aparición, se dice que unos 3.000 euros, y codearse con las grandes estrellas del panorama nacional e internacional. Una nueva posición como influencer y experta en moda que le ha valido, entre otras cosas, una larga entrevista para la revista Elle. Una entrevista en la que Victoria Federica aparece en portada y en la que habla de su vida para que los lectores la puedan conocer un poco más. La joven dice que es una gran amante de la ensaladilla rusa, la música flamenca y que siente devoción por el mundo de los caballos. También habla de su abuelo Juan Carlos, fugado a los Emiratos Árabes, de quien dice que es todo un referente y fuente de inspiración para ella. Tanto que expresa su deseo de que se valore su "entrega por España". Una entrevista en la que Victoria Federica también dice que quiere mostrarse ante la gente tal cual es.

Precisamente mostrarse tal cual es, sin filtros, es lo que ha hecho en las últimas horas andando por la calle cuando se ha encontrado con una periodista que, amablemente, le hacía varias preguntas. Y es que Victoria Federica y su novio, el D.J. Jorge Bárcenas, que el miércoles 23 de marzo celebra su aniversario, están de enhorabuena porque llevan dos años y medio como pareja. Motivo por el que se han mudado a vivir a un céntrico piso de Madrid. La pareja también ha decidido ampliar familia y lo han hecho con la llegada de un pequeño perro de pelo marrón. Un can con el que recientemente Victoria Federica ha sido vista paseando por las calles de Madrid, cerca de su enorme piso. Debido a la lluvia que está haciendo estos días, la hija de la infanta Elena llevaba el perro en brazos. Además sujetaba un enorme paraguas color azul marino para protegerse del agua y también evitar que los fotógrafos pudieran sacar fotos del animal, como si de un bebé o menor de edad se tratara. Un paraguas que ha generado una gran polémica. Y es que Victoria Federica en ningún momento se ha planteado cerrarlo, sino que ha tenido abierto en todo momento para evitar responder a cualquier pregunta. Tanto es así que lo ha usado de parapeto entre ella y la periodista, hasta el punto que la joven influencer casi le saca un ojo a la profesional de la comunicación con la puntera de madera del paraguas. Un episodio desagradable y de muy mal gusto que han recogido las cámaras de Europa Press.

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Victoria Federica en un día de lluvia / GTRES

"Victoria no llueve para llevarlo con el paraguas al pobre", empieza diciendo la periodista al ver como Victoria Federica se acerca hasta ella con el paraguas azul marino abierto totalmente como si fuera un enorme escudo. "¿No te gusta que te saquemos o qué?", añade la reportera. Victoria Federica no contesta. Su novio, detrás de ella, se la mira y se ríe de manera tímida. "Esto es un poco absurdo, ¿no?", añade la periodista alucinando con el comportamiento de la joven en plena calle. Finalmente la reportera se cansa de tener que aguantar semejante comportamiento y, de manera muy educada, dice: "Las influencers suelen ser un poco más simpáticas". A lo que la joven no duda en responder:" Yo soy simpática, pero solo con mis amigos". Unas palabras que le podrían traer mucha factura. Y es que la hija de la infanta Elena precisamente cobra por dejarse ver delante de las cámaras de los medios de comunicación y contar cosas de su familia, que es lo único que puede llegar a interesar. Si no fuera quién es, seguramente no estaría dónde está. Queda claro que la educación no es el fuerte de Victoria Federica, aunque cuando hay 3.000 euros de por medio finge ser una persona que no es. Puro teatro.