Si los que vivimos o trabajamos en Barcelona nos hubiéramos apostado dinero, pero no un puñado de moneditas, no, dinero de verdad, una gran suma, a que el lunes por la mañana se produciría una imagen muy concreta en la ciudad, ahora estaríamos forrados. Un secreto a voces, un se veía venir de manual, una certeza que todos sabíamos que pasaría. ¿Por qué? Porque la incompetencia es un defecto que se repite a menudo. Y el Túnel de las Glorias es la prueba fehaciente de cómo de mal se pueden hacer (y se hacen) las cosas. Que sería un callejón sin salida, un pozo sin fond, era algo que todos sospechábamos que pasaría. Pero las imágenes que se están viendo estos días a primera hora de la mañana son dantescas. ¿Es justificable una obra de esta envergadura, que ha tardado siete años y ha costado una pasta, para que la movilidad en coche por esta zona sea peor que antes? Las imágenes hablan por ellas mismas:

Desde primera hora de la mañana de ayer, y hoy, tres cuartas partes de lo mismo, caos circulatorio absoluto. Todo el tramo de la Gran Vía hasta la entrada del túnel a la altura de la rambla del Poblenou ha estado colapsado. Todo ha ido a peor y circular por la Gran Vía antes de llegar a las Glorias es un via crucis, una tortura de la que muchos conductores no han podido huir. Pero el ayuntamiento de Barcelona todavía ha sido capaz de irritar mucho más a los ciudadanos, que no sólo se han tenido que tragar unas colas indecentes, sino que además, han tenido que oír recomendaciones que parecen una broma: salir con más tiempo o utilizar el transporte público después de las retenciones kilométricas de ayer en el túnel de Glorias. Piden paciencia, que un poco ya se lo esperaban y que los conductores se acabarán acostumbrando... Chim pum. Una de las que ha sufrido esta carretera al infierno ha sido Agnès Marquès. Ha cogido el coche y a las 10 de la mañana, repetimos, a las 10 de la mañana, no a primera hora del día, se ha visto en medio del sidral:

La locutora de RAC1, como todos, harta y hasta el gorro. Algunos compañeros y colegas se han hecho eco de la queja y alucinan:

La red ya no sabe si tomárselo a broma o qué:

Si mañana miércoles Agnès vuelve a ir por allí a la misma hora, tenemos curiosidad por saber cuál será la situación. Que vuelva a publicar foto.