Lunes de resaca en el país de la piruleta. Los novios más famosos de la jet-set han celebrado la fiesta de pedida, Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Un acontecimiento en casa de la inminente suegra Isabel Preysler, que ha abierto las puertas de la mansión de Puerta de Hierro a un grupito reducido de íntimos de la pareja. Unas 25 personas estaban invitadas a la cita en la que Onieva ha solicitado oficialmente la mano de la Falcó, dando la cara tras haberle puesto los cuernos ante todo el país. Sí, lo sabemos: no pueden ser más antiguos, ¿pero qué esperaban? Así son las cosas en can pijo, no son de este mundo ni de este siglo. Ella le ha regalado un reloj de más de 50.000€, él a ella parece ser que una joya. Un joyón, perdón. Todo genial, o sea. Ahora bien, si este lunes necesitan ibuprofeno y similares no es ni mucho menos por haberse pegado la gran fiesta. La razón es otra: unas imágenes que Tamara no quiere que veamos han salido a la luz.

Imágenes en las que, por una vez, el protagonista no es su futuro marido haciendo fechorías. Onieva aparece, pero se está portando bien. Aleluya. La que presenta un estado preocupante es ella. Se trata de una secuencia oculta desde hace semanas, correspondiente a las vacaciones de superlujo que se regalaron en Bali. Celebraron unas preboda en Indonesia, alojados en un hotel de 3.000€ la noche. Una Semana Santa a todo trapo, este año ni procesiones ni gaitas. La Iglesia católica la habrá perdonado porque es una devota a ultranza que no se pierde ni un oficio religioso. Incluso ha obrado un milagro: que su marido tarambana se redima a través de la oración. Tamara haciendo ganar followers a la parroquia. Santa Falcó.

Íñigo Onieva GTRES
Íñigo Onieva / GTRES
Tamara Falcó torcida GTRES
Tamara Falcó / GTRES

Las vacaciones de lujo de Tamara Falcó e Íñigo Onieva acabaron en ridículo

El viaje fue retransmitido por sus protagonistas con una selección de instantáneas que acabaron llamando la atención por un motivo nada recomendable: básicamente, por hacer el ridículo. Colgaban las mismas imágenes, sí, pero las de Tamara iban tuneadas con photoshop hasta el infinito y más allá: ella más delgada, él más cachas. Las de Onieva todo lo contrario: al natural. La comparación era inevitable, las carcajadas también. Una situación esperpéntica que ha provocado las burlas de todo quisqui, incluyendo al presentador de televisión más famoso del Estado español: Jorge Javier Vázquez. "Unos brazacos más falsos que un billete de tres euros". Patético, la verdad.

Tamara Falcó Íñigo Onieva photoshop @Nuriasecret11
Tamara Falcó e Íñigo Onieva / @Nuriasecret

Las imágenes que Tamara no quiere que veas, bien jorobada

El caso es que el viaje no acabó bien. Tamara comió o bebió algo que no le hizo bien, provocándole una gastroenteritis de caballo que la ha dejado K.O. e instalada en el inodoro durante días. Se empezó a sentir muy mal en Balí, afectando de lleno a la vuelta a Madrid. Imaginen la situación, qué espectáculo. El programa Fiesta d'Emma García ha publicado en exclusiva las imágenes de la Falcó en silla de ruedas en el aeropuerto, con Onieva a dos metros de distancia. El espacio asegura que, una vez en el avión, todavía hubo más distancia. Ella en clase business, él en turista. Debe ser que no quería tenerlo cerca mientras los intestinos iban como locos, ya nos entendemos. Pijos y finolis siempre, recuerden que a la hija de la Preysler la fisiología humana le molesta. Vean las imágenes, son oro puro.

Tamara Falcó silla de ruedas Telecinco
Tamara Falcó en silla de ruedas en Bali / Telecinco
Tamara Falcó silla de ruedas Indonesia Telecinco
Tamara Falcó en silla de ruedas en Bali / Telecinco
Tamara Falcó silla de ruedas Iñigo Onieva Telecinco
Tamara Falcó en silla de ruedas en Bali / Telecinco

Tamara ya se ha repuesto y ha podido disfrutar de la fiesta de compromiso. El calvario del sureste asiático es historia, como las fotos.