Mañana pasada por lágrimas la que la presentadora catalana de Antena 3, Susanna Griso, ha vivido al frente de su programa Espejo Público. Un episodio que ha conmovido a muchos y que hacía tiempo que no se producía. Pues la de Barcelona ha asegurado que ella no es de ponerse a llorar en pleno directo, pero no lo ha podido remediar rompiéndose delante de los espectadores como nunca antes. ¿Qué ha pasado?

Mamen Mendizábal, Antena 3

Mamen Mendizábal, Antena 3

El reloj marcaba las doce y media cuando la periodista Mamen Mendizábal ha visitado el programa de Griso. Lo ha hecho para promocionar su nuevo programa Palo y Astilla, que se estrena el martes 2 de febrero en La Sexta a partir de las diez y media de la noche. Un espacio de entrevistas a personajes famosos que homenajean a sus padres a través de recuerdos. Uno de los invitados del primer programa es Xavier Sardà, quien en el espacio de Mamen habla de la muerte de su madre, cuando él solamente tenía 8 años, y de la muerte de su hermana, Rosa María, quien perdió la vida en junio del 2020.

Susanna Griso, Antena 3

Susanna Griso, Antena 3

Susanna Griso, Antena 3

Susanna Griso, Antena 3

"Rosa María cogió la mano a Xavier el día que falleció su madre y no se la soltó en ningún momento de su vida", ha contado Mendizábal adelantando a los espectadores lo que podrán ver en su nuevo programa. Una confesión que ha removido a Susanna Griso, quien no ha podido contener las lágrimas en directo. "No me enfoquéis, os lo pido por favor", ha dicho. "Lorena también está llorando", ha añadido la de Barcelona haciendo alusión a una compañera suya. Y es que Susanna estaba muy unida a su hermana, quien falleció en junio del 2019 por culpa de un infarto de miocardio. Una terrible noticia que encajó en pleno directo, obligándola a abandonar rápidamente su puesto de trabajo. "Mamen, no te traigo más al programa. Me has hecho llorar... hacía mucho que no lloraba yo tanto", ha sentenciado Griso, limpiándose las lágrimas con los ojos negros del rímel. Llorar va bien: elimina toxinas, libera estrés y genera bienestar. O por lo menos eso dicen.