Rosalía es ahora mismo la cantante del momento con el lanzamiento de su último trabajo discográfico, LUX, un gran impacto mundial. Antes de dar inicio a la extensa gira, la catalana se encuentra inmersa en la promoción de este nuevo disco. Visita todos los platós de la televisión dejando más de una anécdota, y es que aunque ya lleva años en el mundo de la canción, todavía hay muchas cosas por descubrir de ella.

Rosalía, 'Lux'   Instagram
Rosalía, 'Lux' Instagram

En una entrevista reciente en el pódcast Subway Takes, Rosalía ha revelado públicamente que sufre TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). “Me distraigo mucho con los sonidos de ambiente”, explicaba, describiendo con naturalidad como convive con esta condición. El artista asegura que nunca ha intentado controlarla: “Lo dejo estar”, añade.

El TDAH se ha convertido en un método creativo más que un simple desafío. Rosalía considera que le aporta una sensibilidad especial, una manera diferente de percibir el mundo y de “híper focalizarse cuando una idea o un sonido la atraen”. A día de hoy nunca ha considerado medicarse. “No he pensado nunca en medicarme”, afirma.

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que influye en la capacidad de concentrarse, organizarse y regular los impulsos. Es, en esencia, una manera particular de cómo trabaja el cerebro. Algunas funciones relacionadas con la atención, la planificación y el autocontrol siguen un ritmo distinto, lo que da lugar a esa mezcla de despistes, inquietud interna y reacciones rápidas que a veces llegan antes que los pensamientos. Muchas personas lo describen como vivir con la mente siempre encendida, saltando de idea en idea sin freno, mientras el cuerpo acompaña ese ritmo acelerado.

Y no se trata de algo excepcional: se estima que alrededor del 5 % de niños y adolescentes podría tenerlo, aunque en muchos casos se tarda mucho en identificar porque suele confundirse con “mal comportamiento” o falta de disciplina. En realidad, hablamos de cerebros que van más deprisa de lo habitual, que se enganchan con facilidad a estímulos del entorno, que reaccionan sin filtros y que funcionan con una especie de motor interior que apenas descansa. Para quienes lo viven, concentrarse puede ser tan complicado como intentar seguir una película con varias ventanas abiertas alrededor; organizarse requiere un esfuerzo enorme y las emociones suelen aparecer con más fuerza.

También hay figuras conocidas que han hablado abiertamente de ello. Dani Martín, por ejemplo, contaba que desde joven se notaba impulsivo, muy sensible y con una energía que no siempre sabía dónde poner. Will Smith explicaba que, aunque lo intentara, le costaba muchísimo mantener la atención: podía tardar semanas en acabar un libro porque su mente saltaba de un pensamiento a otro de manera constante. Relatos como estos ayudan a entender que no es cuestión de falta de interés ni de desgana, sino de un tipo de atención que tiene su propio compás.

Rosalia dormida, Ig
Rosalia dormida, Ig