Rosalía Vila Tobella, la catalana de 32 años que revolucionó la industria musical con su estilo rompedor, se ha convertido en mucho más que una cantante. Hoy, su nombre no solo suena en escenarios de todo el mundo, sino también en los despachos donde se firman contratos millonarios. Y es que, detrás de la artista hay una empresaria implacable que ha levantado un conglomerado valorado entre 25 y 50 millones de euros, una cifra que eclipsa los ingresos de la mayoría de artistas españoles de su generación.

Y aunque la música le dio la plataforma inicial, la fortuna de Rosalía no se explica sin su olfato para los negocios. De hecho, entre el 70% y el 80% de sus ingresos provienen de colaboraciones publicitarias, inversiones inmobiliarias y sociedades familiares. Con esta estrategia, la de Sant Esteve Sesrovires ya juega en la misma liga que las grandes herederas del lujo internacional. Lo que comenzó como Motomami SL en 2019 se ha transformado en un auténtico imperio familiar. La empresa facturó 12,5 millones en 2023, con un crecimiento estratosférico del 240% respecto al año anterior. No contenta con ello, Rosalía amplió el negocio con Tresmamis SL, dedicada al ladrillo, y Racinetas Productions SL, para eventos y espectáculos.

Un patrimonio de lujo: ático en Castelldefels y joya modernista en Barcelona

En el plano personal, Rosalía también invierte con mano firme. Entre sus adquisiciones se encuentran un ático en Castelldefels con vistas al Mediterráneo y un apartamento modernista en la prestigiosa Casa Burés de Barcelona, una de las propiedades más deseadas de la ciudad. Pero sus planes no terminan ahí. En L’Hospitalet de Llobregat está construyendo un estudio de grabación de última generación, diseñado para atraer a artistas internacionales y consolidar a España como destino creativo de referencia. Esta sede centralizará todas sus empresas, convirtiéndose en un auténtico eje cultural y financiero.

El modelo Rosalía: más que una artista, un ecosistema

Ahora bien, el poder de Rosalía como imagen global se confirmó este 2025 con su fichaje como embajadora de Calvin Klein en la campaña Fall de ropa interior, fotografiada por Carlijn Jacobs. Su aparición junto a una pitón albina no solo desató titulares, sino que reforzó su estatus como musa del mercado del lujo. Ya en 2024 había hecho historia al convertirse en la primera española embajadora global de Dior, llevando el talento nacional a las alfombras más codiciadas del planeta. Cada vez que luce un diseño en la Met Gala o en la Paris Fashion Week, los productos se agotan en cuestión de horas, generando un efecto dominó que ningún otro artista español ha conseguido.

Su visión empresarial va más allá de los simples contratos publicitarios. La alianza con New Balance incluye cocreaciones exclusivas, mientras que su colaboración con MAC Cosmetics dio vida a la colección “Aute Couture”, inspirada en su música. Así que, con 77 millones de seguidores en redes sociales y una tarifa de 238.000 euros por publicación, la catalana se ha convertido en uno de los activos publicitarios más rentables de toda Europa.

Rosalía, la niña que salió de un pueblo del Vallès con sueños de flamenco, ha conseguido lo que parecía imposible: pasar de estrella del escenario a magnate del lujo internacional. Entre áticos frente al mar, colaboraciones con Dior y contratos que baten récords, la “Motomami” se ha consagrado como la empresaria del entretenimiento más poderosa de España, y todo apunta a que su imperio seguirá creciendo.