A menudo, muchos presentadores y presentadoras de este país regalan a sus seguidores fotografías impagables de cuando eran bien pequeñitos. Imágenes rescatadas del baúl de los recuerdos, de los álbumes de familia, donde ni siquiera soñaban en convertirse en comunicadores o profesionales reconocidos en todo el país.

Hemos visto cómo eran de jovencitos estrellas como Judit Mascó, Martina Klein, Laura Fa o muchos de los locutores de Catalunya Ràdio, cuando en verano hicieron promoción de la nueva temporada de esta original manera. Y ahora, quien ha dejado a los fans con los ojos como platos es alguien muy querido por todo el mundo, público y espectadores.

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Judit Mascó y su hermana pequeña, foto vintage / @juditmasco

Este martes tuvo lugar la entrega de los Premios Ondas, y uno de los premiados, que recogió el galardón al mejor presentador, es uno de aquellos casos que genera unanimidad. Los que han trabajado con él dicen que tiene una bondad que no se la acaba. Compañero de sus compañeros, entregado, positivo, optimista y siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Y con un talento a espuertas.

Roberto Leal volvió a demostrar que es un genio con las palabras y con su presencia. La cámara le quiere, especialmente, por la naturalidad que desprende en todo momento. Impagable fue cuando agradeció el premio, lo dedicó a su difunto padre y sobre todo, cuando hizo subir encima del escenario a su madre Mercedes, a la que ya habíamos visto cuando trabajaba en España directo, y que no cabía en ella de lo orgullosa que estaba de su hijo.

Ya con ellos al lado, emocionó al personal como nadie: "Somos el tiempo que nos queda. Yo no quería que mi madre se perdiese esto. Pepe (el seu pare) no está, mi madre sí. Me han dado este premio por versatilidad, que se puede aprender, pero la bondad... Es un matiz que la bondad, para mí, eres tú. Lo era papá y lo eres tú".

"Te lo digo de corazón. Este premio va a ser para mi madre. Va a ser para tí", le dijo. Lo mejor, sin embargo, la petición que le hizo, sobre dónde poner el caballo con alas en su casa: "Te pido por favor que lo pongas en la mesa del salón esa grande que tienes de caoba, para que tus hermanas y tus amigas del café vayan a verlo... y para que pongamos el foco en el premio y no en la foto de la comunión, que preside el salón 35 años y que ya es hora de que lo cambies...". "Es verdad", reconoce ella entre risas.

Y esta es la prueba fehaciente. El marco y la foto típica de la primera comunión que luce en muchas casas del país, donde padres y madres orgullosos tienen colgados a sus hijos e hijas vestiditos de marineritos. Eso sí, por mucho premio Ondas que haya ganado Roberto Leal, la foto en cuestión continúa en la pared... "Pues ya está el Ondas donde le dije a mí madre. Eso sí, la foto sigue ahí"...

Probablemente, la foto continuará allí colgada... Y Leal, en el fondo, bien orgulloso.