El matrimonio de Risto Mejide y Laura Escanes ha acaparado un montón de titulares desde que hicieran pública su relación. Su importante diferencia de edad fue la primera sorpresa, aunque la humanización de Risto ha sido, quizás, lo que más ha llamado la atención. Huyendo de su imagen del malo del jurado de OT, ahora son sus tiernas dedicatorias a su mujer la tónica habitual.

Después de unas semanas reflexionando sobre el proceso catalán, el publicista ha decidido hacer un cambio. De política, al amor. Pasando de hablar de referéndums y diálogo a hacer una carta de lo más tierna.

Este domingo arranca una nueva temporada de Chester, después de unas grabaciones que le han hecho viajar entre Barcelona y Madrid semana sí semana también. Entre eso y los actos publicitarios de Escanes, saben qué es estar separados. Es por eso que Risto ha querido escribirle una dedicatoria enEl Periódico explicándole qué siente cuando está sin ella.

"Mientras no estabas, se dio por finiquitado el espectro de cualquier color. No había nada que echarse a los ojos, pues alguien se había llevado la luz. Todo parecía tan congelado mientras no estabas... Llamarte por teléfono tampoco arregló nada, sólo hizo que empeorar las cosas. Lo que me dejó definitivamente tocado fue tener que colgar. De pronto me apagué y me volví arisco y huraño, enfadado con el mundo, como antes de saber que existías".

Porque Risto ha vuelto a afirmar que, efectivamente, Escanes lo ha cambiado: "Me has hecho volver a creer en la convivencia. Tras deshacer mis nudos con insultante facilidad, los utilizaste para tejerte una hamaca donde antes sólo había conflicto, soliloquio y hostilidad (...) No contenta con eso, convertiste mi cotidianidad en una cosa tan mundana que ahora es muy jodido no saberlo ni explicar".

"Mis ojos pueden tropezar con los tuyos casi en cualquier momento, y eso sí que es una sobredosis de realidad. Porque negaré que lo he escrito, pero al final sé que nada de todo eso es lo habitual. Tanta belleza, tanta bondad concentrada, tanta alegría, tanta complicidad. Algún día me daré cuenta de que todo eso no era para mí, que formaba parte de un bonito sueño llamado tú. El día que decidas apearme de tus labios, ya verás el hostión".

Seis meses después de su multitudinaria boda, Risto ha querido demostrar una vez más como quiere a su mujer. Sin hacer caso de las incesantes críticas que aseguraban no confiar en este matrimonio.