Catalunya ha triunfado y mucho en los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín. La rider de Sabadell Queralt Castellet ha conseguido la medalla de plata en la disciplina de medio tubo, coronando una trayectoria descomunal a sus 32 años y habiendo participado en 5 citas olímpicas. Castellet es una pionera, una luchadora y un ejemplo de esfuerzo y ambición. Desde que salió de casa con 15 años no lo ha dejado de demostrar. Por ejemplo, marchándose al otro lado del mundo con 19 para entrenarse al máximo nivel en Nueva Zelanda. Allí también había encontrado el amor: Ben Jolly, su preparador. Un Ben que ya no está por un motivo trágico: se quitó la vida en 2015. Un par de meses antes la catalana había alcanzado su máximo hito: segunda en un campeonato mundial de la especialidad.

Un suicidio provocado por el martirio personal que estaba viviendo por culpa de dos tumores cerebrales. Con 29 años decidió que ya tenía bastante. Su muerte puso la vida de la deportista patas arriba, abandonando el país oceánico y volviendo a casa de sus padres donde encontraría consuelo, calor y energías para salir adelante. "Me llaman. Que Ben se ha quitado la vida... Y ahí se para todo, el snowbording incluido. En ese momento no entiendo qué está pasando", dijo. Estuvo a punto de retirarse y replantearse su existencia, pero finalmente se sobrepuso, herida y marcada, pero sin desfallecer. 7 años más tarde ha llegado uno de los momentos que siempre había soñado: el podio olímpico.

Nada más acabar la prueba en la que se ha colgado la plata, el recuerdo de su expareja habrá sido instantáneo. Fueron 7 años de amor y trabajo con Ben, a quien dedicó mensajes conmovedores tras su muerte: "Ojalá pronto pueda mirar al cielo desde lo más alto de un podio y dedicarle mis éxitos. Porque siempre sabré que serán también suyos". Y así ha sido, haciendo historia. Además superando otros obstáculos con los que no contaba, aunque fueran mucho menos trágicos.

Queralt ha acabado segunda en la final de su modalidad con un handicap: sola, sin la compañía de su preparador ni su fisioterapeuta, que dieron positivo en covid. "Nada bueno llega fácil" es la frase que ha escogido para resumir su experiencia en Pekín, pero que es extensible al resto de sus días.

Queralt Castellet durante la final en la que ha ganado la medalla de plata en los Juegos de invierno de Pekín / EFE

Muchísimas felicidades por el trabajo bien hecho, por el talento gigantesco y por la fortaleza humana que desprendes. Mereces el oro, pero la plata es gloria pura.