El ridículo de Enric Millo declarando en el Tribunal Supremo todavía trae cola. El relato del exdelegado del Gobierno en Catalunya, que le aseguró al juez Marchena que durante el 1-O los terribles catalanes hicieron caer a la policía española en "la trampa del Fairy", saldrá en los libros de historia. Original, creativo. No le falta imaginación, al señor Millo.

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Como tampoco le falta imaginación al equipo del Està passant. En TV3, Toni Soler y Jair Domínguez juegan al Smith Fighter, el videojuego que tiene como protagonista a Javier Ortega-Smith. El número 2 de Vox amenazó el otro día, en el Parlamento Europeo, con pegar a un eurodiputado. Y ahora en la televisión pública catalana inventan el juego que hace realidad los tortazos de Ortega-Smith a sus enemigos.

El primero de la lista, Mark Demesmaeker, el diputado belga que defendió a los independentistas catalanes en la conferencia de Vox y que causó la ira de los ultras. Ortega-Smith lo hace caer al suelo de un puñetazo. El president Torra, el entrenador del Real Madrid, el juez Marchena, dos árabes, el dictador Franco... todos salen disparados, después de los bofetones del secretario general de Vox.

Pero llega la batalla final del videojuego: Javier Ortega-Smith vs. el president Puigdemont. Toni y Jair, expectantes para ver a quien ganará. El segundo de Abascal está a punto de gritar "Puydemón, a prisión," pero el president es muy astuto y saca el arma infalible que cualquier catalán utilizaría para vencer: un bote de Fairy. El president en el exilio vierte el jabón en el suelo y el dirigente ultra se pega un trompazo. Porrazo antológico. Ortega-Smith acaba haciendo la cucaracha, panza arriba.

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Enric Millo, aterrorizado. Si hubiera podido, le habría presentado este videojuego al juez Marchena, para demostrar que "la trampa del Fairy" es completamente real.