El independentismo respira tras el acuerdo de gobierno entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. Ha costado, se ha sudado y más de uno se ha desesperado durante este camino. Una situación "de alto riesgo por las peleas y reproches" entre los principales partidos, como lo ha definido Pilar Rahola. Pero lo que parecía imposible se ha conseguido: "no hacer un estropicio definitivo entre ciudadanía, partidos y entidades" y mandar la mayoría del 52% a hacer puñetas. La escritora dedica un nuevo 'Palabra de Rahola' a mirar hacia el futuro, preguntándose lo mismo que muchos otros catalanes y catalanas indepes: "y ahora, ¿qué?". Ofrece algunas de las claves a tener en cuenta: "tenemos que recoser la herida: las estrategias son diversas, pero tenemos que gobernar juntos y tejer la unidad. Estamos condenados a estar juntos, a enfrentarnos a la represión, a luchar por nuestros derechos". Más clara, el agua. El llamamiento es en todos: a gobierno, partidos, entidades y ciudadanía. También a los que no confían demasiado en el entendimiento. "La causa catalana va mucho más allá del gobierno de la Generalitat. Es importantísimo, pero está recortado, disminuido, capado, judicializado y empobrecido. Harán falta acuerdos, no pelearse, porque tendremos dificultades": Las que vendrán desde España y "su derivada represiva y autoritaria. Nos tenemos que preparar y blindar". Atropellos como los del Tribunal de Cuentas, embargando patrimonio y sueldos a los independentistas y sus líderes. O el constante ataque al exilio, donde Catalunya juega la partida internacional. Todo eso necesita de ir todos a una, sin fisuras. "Es un gobierno que nace de una herida, pero también de la unidad. Toda la estructura para empezar a volver a levantarnos, para volver a defender Catalunya, tiene que ser sólida. Cuando vamos separados, ganan ellos". Está claro: "no nos lo podemos permitir".