Las tradiciones navideñas, por mucho que algunos las quieran cambiar, son inmutables. O tendrían que serlo. Ya saben que hay quien se quiere cargar el ritual de tió, ya que lo encuentran demasiado violento para los chiquillos. En fin. Lo que todavía no hemos oído, leído o visto es ninguna manifestación contra otros elementos eternos de estas fechas, como por ejemplo la sopa de galets. No lo diremos demasiado alto, que nunca sabes por dónde te puede venir el ataque. Pero suerte que tenemos que todavía habrá sopa el día 25.
Sí, y la tendremos gracias a personas como Pilar, que no renuncia a cocinarla con paciencia y sabiduría durante horas y horas, cuidando cada paso, cada detalle, cada ingrediente. Hablamos de Pilar como podríamos hacerlo de la señora Maria, el señor Lluís o aquel que estos días esté ajetreado con la preparación de esta delicia. Pero es que esta Pilar es la madre de la escritora Pilar Rahola. Y su relación, aparte de ser fantástica, siempre nos ha interesado por tierna y bonita.
Pilar Rahola siendo un bebé con su madre, Pilar / @pilar_rahola
Pilar Rahola con su madre, Pilar / @pilar_rahola
Efectivamente, Pilar madre (o abuela, como le llama la periodista) lleva desde las 10 de la mañana entre cazuelas y fogones, terminando el caldo que nunca puede faltar en la mesa de Navidad. El proceso es laborioso y requiere maña y dedicación. También mucho rato. En esta ocasión, calcula que serán 7 horas, aunque en otras ocasiones llegaron a ser 10. Debe ser por la preparación de la 'pilota' y el resto de "invitados" de la receta, claro. Esto de grabar y difundir el arte de la madre en la cocina es también tradición, como hemos visto en su canal 'Paraula de Rahola' en Youtube. Y nosotros agradecidos, ya que siempre podemos aprender trucos y captar detalles bien divertidos.
Pilar, madre de Pilar Rahola, preparando la sopa de galets / @pilar_rahola
Anécdotas como, por ejemplo, lo que pasa en esta sopa edición 2021: en un momento dado la relación entre madre e hija vuelve a la esencia de la infancia. Es decir, una niña traviesa que juega con los ingredientes y que acaba siendo reñida, con afecto por supuesto, por su madre. Pilar hija coge el saquito de los garbanzos para enseñarlo a los espectadores, haciéndolo bailar. Un movimiento que inquieta a Pilar madre, que le advierte del peligro de que se rompa y acaben derramados fuera de la cazuela, lejos de su lugar ideal. El final es apoteósico: Rahola asegura que, cuando todo esté a punto, una sola de las piezas de pasta es capaz de llenar la barriga hasta la próxima Navidad. La madre, al considerar que exagera, hace un gesto inequívoco. La carcajada final lo dice todo. Una gozada.
La madre 'riñendo' a la hija por jugar con la comida / @pilar_rahola
El gesto final de la madre a la hija / @pilar_rahola
Pilar Rahola / Youtube
No hay que decir que la sopa estará buenísima y que las comidas propias de estas fechas serán acogedoras y sabrosas, como el contenido del plato. El mejor remedio para olvidar episodios recientes como el indeseable que la agredió verbalmente por la calle hace unos días, y en al que a buen seguro le falta todo aquello que le sobra a Pilar Rahola: por ejemplo, el calor de una familia que se quiere. ¡Bon Nadal y que aproveche, Pilares y compañía!