Este fin de semana el independentismo catalán ha consolidado una herramienta fundamental para el futuro de la causa catalana. El Consell per la República ha escogido a la Asamblea de Representantes y también a su presidenta, la concejala de la CUP en Arenys de Munt Ona Curto. No estamos ante ningún gesto de cara a la galería, de un brindis al sol. Ni mucho menos. De hecho es el fruto de una de las fuerzas más incontestables y potentes de la causa: el exilio. Catalunya tiene una larga tradición en este sentido, ya que a lo largo de su historia ha tenido que recurrir a la huida de España para defenderse en todos los sentidos. Pilar Rahola conoce muy bien este movimiento: el de 1714, después de la derrota y en dirección al Imperio Austro-Húngaro, el del siglo XIX por la persecución borbónica, el del XX a raíz de la Guerra Civil española y el del XXI por el Procés y la declaración de independencia.

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La presidenta del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, y la presidenta del Consell per la República, Ona Curto / Marta Lasalas

Rahola alaba a aquellos que se marcharon para salvar su vida, su identidad y cultura, y para hacer presión ante "las situaciones más represoras que ha habido en España". Y en el caso que nos toca de más cerca lo destaca por la oposición que ha encontrado en determinadas corrientes: "No se puede poner en duda, sólo posiciones cínicas o extrañas, que han mantenido viva la causa catalana, la de la libertad y de la independencia, y además han tenido éxitos en la denuncia de la represión y en el ámbito judicial que nos traerán mejores noticias en el futuro. También ha visibilizado y plantado la estelada en el corazón de Europa." Lamenta, sin embargo, que "hemos vivido mucha demagogia partidista en contra del exilio que tenía más que ver con las luchas cainitas de los partidos que con el interés del independentismo catalán".

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Carles Puigdemont y Consellers en el exilio / GTRES

Todo esto, sin embargo, choca con una realidad que la escritora considera inapelable: su empuje ha cuajado, y el mejor ejemplo "es la creación del Consell per la República, también menospreciado por algunos sectores. Pero sin embargo, ahora que acaba de consolidar su Asamblea de representantes y la mesa, se ha creado la primera red importante no sólo para tejer la causa catalana internacionalmente, sino también para prepararnos para nuevas oleadas represoras. Esta es la importancia del Consell: no sólo lo que hace en el presente, también lo que nos puede garantizar en el futuro". Rahola recuerda que "cuando los primeros exiliados del 2017 fueron a Bruselas no había nada montado, ni estructura, ni red ni nada que los acogiera. Y ahora tenemos una Casa de la República y un Consell per la República. Es un órgano de enorme importancia para consolidar la causa y ayudar a los exiliados del futuro".

El Consell es una fuerza extraordinaria: "Un consejo democrático que tiene más de 100.000 miembros activos, tangibles. No creo que haya ningún partido político que tenga 100.000 militantes, y de entidades, bien pocas". Ni que sea por eso, envía este mensaje de contundencia absoluta: "Basta de menospreciarlo. Basta de ignorar su importancia. El Consell per la República y el exilio nos representa a todos".