No se dejen engañar: por mucho que el españolismo lloriquee con rabia porque "el castellano está perseguido en Catalunya", no es más que una mentira vergonzosa. La realidad la conocemos bien los catalanohablantes, y es justo lo contrario. Desprecio, arrinconamiento, campañas en contra... este es el día a día de una lengua que lucha por su supervivencia y su dignidad. Una tarea titánica, y que tiene todavía más valor cuándo los que la defienden no son estrictamente los catalanes y catalanas: la situación empeora, por ejemplo, si eres de Valencia o Alicante. Entonces, prepárate. La lluvia de insultos del monolingüismo será abrumadora. Ahora bien, que nadie piense que nos harán claudicar. Somos tozudos, persistentes. Y valientes.
Anna Grau mintiendo sobre el catalán / TVE
Un gran ejemplo de este espíritu es el de Pepa Ferrer, corresponsal de TV3 en el País Valencià. La intransigencia castellana no achanta a la periodista que sustituyó a la mítica Empar Marco, ni mucho menos. Pone como ejemplo lo que hizo al presentarse al examen de conducir en Gandía, hace algunos años. Fue la única persona que pidió hacer la prueba en su lengua, y lo consiguió, a pesar de la estupefacción y la coacción que sufrió por este gesto sencillo pero encomiable. "Dije: quiero en valenciano. Y me respondieron: espera. Pasaron todos y con el aula inmensa a tope de gente gritaron: que pase la del valenciano!". La cosa fue bien para Pepa, ya que aprobó el test y, además, sin que laminaran sus derechos lingüísticos. Su ejemplo, eso sí, es una rareza total. Ella misma lo explica, animando a sus seguidores a hacer lo mismo: "le pregunté al instructor si aquello había cambiado. Respuesta: ¡que va! ¡Eso no lo hace nadie! ¡Tú que te empecinaste con el valenciano! Pero estoy segura que esto lo normalizaremos". Genial.
Pepa Ferrer, corresponsal TV3 en el País Valencià / TV3
Ahora que se habla tanto de los examenes en catalán en la Selectividad, el ejemplo de Ferrer es urgente y necesario. Que no nos pisoteen . Basta ya.