El exfiscal anticorrupción mallorquín Pedro Horrach, famoso por su participación durante el caso Nóos, fue uno de los invitados estrella del Preguntes Freqüents de TV3. Una aparición muy oportuna, cuando todavía tenemos muy frescas las imágenes de Iñaki Urdangarín saliendo de la prisión para hacer de voluntario con discapacidades, una medida polémica y que llega sólo 15 meses después de que lo condenaran a 6 años por corrupción. Horrach jugó un papel clave en aquel juicio: Inflexible con el exduque de Palma, y el 'mejor amigo' de la Infanta Cristina, enfrentándose al juez instructor José Castro para evitar que compareciera (cosa que no consiguió) y oponerse a su imputación (aquí sí que triunfó). "Una de cal y una de arena". Horrach, que ha dejado la fiscalía, mostró su sorpresa por la decisión de liberar dos días a la semana a Urdangarín, aunque no ve trato de favor por parte del juez. Eso sí, considera la medida "equivocada" y apoya el recurso que se ha interpuesto.

Pedro Horrach Cristina Puig FAQS TV3

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Ahora bien, el plato fuerte de la entrevista que le hizo Cristina Puig tenía que ver con la sentencia que preocupa, y mucho, en Catalunya y en el resto del estado español. La del juicio del procés. Horrach fue contundente: "La rebelión quedará descartada. No hubo violencia. La sedición es mucho más discutible". El problema, dice, es que no hay referentes de condenas por rebelión en España. Sólo el 23-F. Es decir, un (intento de) golpe de estado militar de manual. Con tanques en la calle, tiros en el Congreso de los Diputados, etcétera. En las antípodas de un referéndum pacífico y reprimido por la policía española. O de una manifestación multitudinaria en la que el gran pecado es subirse a un coche destrozado de la Guardia Civil para pedir calma. Que lo digamos los catalanes es normal. Que lo diga un personaje como él, que conoce las costuras de la judicatura y del estado español, eso ya tiene otra trascendencia. La dolorosa charada del Supremo, al descubierto. Pero la reflexión de Horrach no quedó aquí. Llegó a hablar de una "posible absolución", o de un simple delito de desobediencia.

Pedro Horrach FAQS TV3

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Al mallorquín, con toda su prudencia y su distancia de seguridad, se le entendía todo. No hay por dónde coger este juicio, ni las férreas medidas preventivas contra los encarcelados, ni la inacción de los políticos (los españoles, sin ningún tipo de dudas) que rehúsan el diálogo e imponen mano dura en la calle y en los tribunales. La injusticia señalada por uno de los suyos. Más allá de que sí fueron palabras para quedar bien en Catalunya, lo que esperamos muchos es que se conviertan en realidad y se imponga el sentido común. Y que los presos puedan recuperar su vida.