El Hormiguero ha tenido este jueves un invitado muy especial. Jordi Évole ha vuelto al programa de Pablo Motos para conmemorar los 10 años de su Salvados y promocionar la nueva entrega de este fin de semana.
Ahora bien, desde el principio se evidenció que el tema principal de la entrevista sería Catalunya. Más sincero que nunca -y ya es decir- Motos manifestó su malestar. Todo empezaba con Évole haciendo un regalo envenenado al presentador: dos de los cuadros retirados en ARCO y el catálogo de la colección completa.
1’24’’ de verdad, valentía y dignidad en prime time. Gracias @jordievole pic.twitter.com/uGqAwtcnz6
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 23 de febrer de 2018
Y para sorpresa de todos, Motos se sinceró: "Estamos volviendo a la dictadura, estamos ya en la dictadura de lo políticamente correcto, la dictadura que hace que el mundo sea de aquel que se queja. Hemos dejado de ser un país alegre, empezamos a ser un país resentido y unos tíos con mala leche y enfadados". (Vídeo minuto 05:00)
Évole aplaudió esta dura afirmación impropia del presentador, dándole la razón recordando con tristeza las últimas decisiones de España: desde la petición de tres años y medio de prisión para el rapero, a la prohibición de un libro o esta última retirada de los cuadros de los presos políticos: "España está en el punto de mira internacional por estos ataques a la libertad de expresión".
Momento en el que Jordi Évole regala a Pablo Motos la obra retirada en ARCO de los presos políticos. #ÉvoleEH pic.twitter.com/h2OLvnXAip
— Julen (@idazten) 22 de febrer de 2018
Sin embargo, claro está, la red puso verde a Motos. Los insultos se multiplicaron rápidamente al ver que tachaba a España de una dictadura, recibiendo una crítica tras otra.
Pablo Motos afirma rotundamente, tres veces consecutivas, que estamos en una dictadura.
— Benjamin Calero (@benja_almansa) 22 de febrero de 2018
Yo desde luego y por suerte no he vivido ninguna dictadura, pero si que las he podido estudiar. Y ninguna NINGUNA se puede asemejar a la libertad democrática que vivimos en España.#ÉvoleEH
Un tipo como Pablo Motos diciendo que España es una dictadura. Y luego que si los demás somos la caverna y que si periodistas de rigor y cosas así.
— El DiSputado (@NoSoyLaGente) 22 de febrero de 2018
Dictadura no, país de pandereta. O castañuelas.
Impresentable Jordi Evole y Pablo Motos mostrando presos políticos en España y diciendo que en España hay una dictadura. IMPRESENTABLES. No vuelvo a ver El Hormiguero.
— Anonadado (@ANONADAD013) 23 de febrero de 2018
Cambiando de canal en 3, 2, 1...hasta nunca @PabloMotos_EH #ÉvoleEH
— Pakemastontunakas (@mushiko007) 22 de febrero de 2018
Ahora bien, Évole también recibió. Y de lo lindo. El periodista no tiene pelos en la lengua y estuvo todo el programa soltando críticas: "El tema catalán habría puesto a los políticos españoles muy nerviosos". Una conversación en la que criticó abiertamente a Mariano Rajoy y Albert Rivera, destacando cómo han actuado ante el himno de Marta Sánchez: "Son dos señores que pierden el culo por alabar a Marta Sánchez por poner letra al himno mientras que hoy han salido a la calle miles de pensionistas y no han tirado ni un tuit. Los pensionistas son los verdaderos patriotas y no Marta Sánchez, que encima tributa fuera de España. Un capítulo de Cuéntame es más moderno que el PP".
Defendió también la decisión de Anna Gabriel de marcharse a Suiza: "Mejor en el exilio que en la cárcel". Siendo todo eso sólo una cata de todo lo que llegó a decir.
Entrevista a Joaquín Reyes
Durante el programa también contaron con una llamada de Joaquín Reyes, quien quiso volver a explicar qué pasó durante su intento de detención: "Estaba haciendo de Puigdemont para un sketch cuando un señor ha llamado a la política para que me detuvieran. Me giré y vi a seis agentes que venían poco a poco porque creo que se olían qué pasaba. Y después ha habido muchas risas y abrazos. No se me han esposado ni con nada, porque descubrieron rápidamente el pastel".
Una entrevista muy sincera que generó muchísimos comentarios muy críticos con la pareja televisiva. Eso sí, para criticarlos tenían que estar viéndolos, lo que quiere decir que la audiencia fue muy buena. De hecho, consiguió un espléndido 17,1% de share en España. Criticados, pero líderes.