A Núria Solé llevamos viéndola en TV3 toda la vida. Una de las periodistas y comunicadoras más queridas de los servicios informativos, rigor, talento y profesionalidad detrás y ante cámares, y a quien durante 10 años vimos presentando el TN Migdia. Desde el 2017, sin embargo, la vemos un poco antes, conduciendo y editando de manera impecable el TN Comarques. Hace un año, sin embargo, sufrió uno de los peores momentos de su vida, tanto desde un punto de vista personal como profesional. Un problema de salud mental que la tuvo fuera de los platós durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Solé tuvo que frenar en seco y poner distancia en el trabajo. Y es que durante seis meses no pudo ponerse delante de una cámara por un episodio de salud mental que la obligó a detenerse.

Este sábado ha hablado por primera vez en 'El suplement' de Catalunya Ràdio, con Roger Escapa. Un testimonio en primera persona con la esperanza de que llegue a gente que también necesita referentes. Núria dejó su informativo el 28 de febrero del año pasado. Lo que tenían que ser unos días se transformaron en semanas, siendo sustituida por Anna Garnatxe y Pere Bosch. Una baja durísima, por motivos de salud, sin poder hacer lo que más le gusta durante más de medio año. Finalmente, sin embargo, el 9 de septiembre Bosch anunciaba en directo que "Mañana vuelve Núria Solé", una noticia que nos alegró a muchos espectadores. Y así fue, desde el martes 10 de septiembre volvíamos a disfrutarla en el TN Comarques, con esta sonrisa que echábamos de menos.

"Y hoy alzamos el vuelo... al Empordà. Con estos pájaros que están migrando de los Alpes a Cádiz y que han hecho parada en Ordis. Un equipo de biólogos los acompaña para mostrarles la ruta", decía en su primera noticia. Y tanto que ha alzado el vuelo. Y lo ha hecho después de sentirse en el pozo, hundida. De aquel tiempo que pasó entre febrero y septiembre ha hablado con Escapa, testimonio sobrecogedor y valiente hablando de angustia y ansiedad, que después se transformaron en depresión. "En aquel momento fue bastante duro, porque no me esperaba que aquel ataque de angustia derivara en una baja tan larga", reconoce Núria. Ella pensaba que sería 15 días, "porque estaba muy agobiada, saturada y muy tensa, y enseguida me vuelvo a poner". Pero no fue así. Ella ya había sufrido antes ataques de ansiedad, "en un ataque de angustia respiras de manera acelerada, hasta el punto que se te duermen las manos o las piernas, porque el oxígeno no te llega a todo el cuerpo. En aquel momento te salva tener una bolsa cerca... El cuerpo te dice basta".
Colapsé: la angustia y la ansiedad se transformaron en una depresión": la periodista @nuriasoleperez explica al #SuplementCatRàdio que ahora hace un año tuvo que frenar en seco y poner distancia con la feinahttps://t.co/zswSHLDhnN pic.twitter.com/vynmPOjQKc
— Catalunya Radio (@CatalunyaRadio) March 8, 2025
Núria reconoce que "yo siempre he sido una persona muy perfeccionista, siempre he querido gustar y hacer las cosas muy bien hechas. 'Soy madre', a tope. 'Soy periodista', venga. 'Me caso', venga... Todo, todo, en todos los ámbitos, superwoman. Y estas vidas sin traba, de no tener momentos de pausa, estar contigo mismo...". ¿Cuándo la angustia se transformó en depresión?: "Tú te sientes pequeño, poco capaz, poca cosa, insegura, debilitada, ganas de llorar, colapsas delante de la nevera decidiendo qué hacer de cenar para mis hijos y te echas a llorar, cosas rutinarias. Un día me pasó. Te sientes mal porque estás de baja, pero no te han operado... Sobre la salud mental hemos avanzado, pero no del todo. Tampoco quieres acabar de explicar qué te pasa, no mucha gente te entiende...".

Un infierno desde buena mañana, "por la mañana me levantaba con ganas de llorar". Solé pone encima de la mesa la palabra "culpa, que tiene mucho que ver en este proceso: te sientes culpable, yo quería volver a trabajar, qué pensarán, ¿que estoy de vacaciones? Te sientes muy culpable y te cuesta mucho recuperarte". En TV3 nunca nadie la presionó para que volviera, se siente agradecida por eso, "pero mucha gente no debe tener esta suerte". ¿Cómo gestionó seguir con depresión en casa, con dos hijos de 6 y 12 años?: "Mi hijo Pol, el pequeño, venía y me abrazaba para que no estuviera triste. La grande, Arlett, pensaba que tenía cáncer. Con ella hablé con otros términos". Una conversación conmovedora y necesaria que vale mucho la pena:
Celebramos que Núria ya esté recuperada y haya compartido sin ambages su testimonio personal para tratar de ayudar a otras personas que estén sufriendo lo mismo que sufrió ella.