ARCO Madrid abrió ayer sus puertas rodeada de polémica. El ninot de Felipe VI, que tiene que acabar en la hoguera, saca de quicio a los monárquicos más acérrimos. La figura de cera del rey de España es el último regalo de Santiago Sierra y Eugenio Merino, unos escultores que juegan a hacer perder los nervios al españolismo ultra.
EFE
En el año 2012, Merino expuso la escultura Always Franco, que presenta el dictador dentro de una nevera; y en 2018, Sierra abofeteó a las autoridades españolas que tenían que desfilar al lado de la obra Presos políticos en la España Contemporánea, una serie de fotografías de represaliados políticos en España, entre las que había las de los presos políticos catalanes. La obra fue censurada en medio de un gran escándalo internacional.
Todos recordamos el Franco Congelado de Eugenio Merino en 2012. Fue denunciado por la Fundación Francisco Franco. No solo ganó el pleito, si no que consiguió que la obra fuera la más conocida de toda la historia de la feria.... pic.twitter.com/UtYZNiv0NX
— Pepo Jiménez (@kurioso) 21 de febrero de 2018
EFE
Con la nueva edición de ARCO llega la venganza de los artistas. Una escultura de 4 metros y medio del rey Felipe, que cuesta 200.000 euros. El contrato de venta dice explícitamente que el comprador la tiene que quemar. El Borbón en llamas y los monárquicos, histéricos. Entre ellos, el escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, que ayer inauguró la feria de arte contemporáneo con el Perú como país invitado. El Nobel de Literatura estalla contra los autores. Del ninot de Felipe VI, Vargas Llosa dice que “es una provocación de mal gusto, no tiene ninguna gracia, no hay ninguna inventiva, ninguna cretividad, es pura provocación”. Más papista que el Papa, el peruano se muestra furioso con los que quieren quemar al rey de España.
Sergi Alcàzar
Mario Vargas Llosa no tiene bastante con escribir libros interminables y decide hacerse crítico de arte. El escritor añade con muy mala baba que la escultura del rey "es una mala creación".
Sergi Alcàzar
Si existiera un premio Nobel de Escultura, Vargas Llosa haría todo el posible para que no lo ganaran Sierra y Merino.