Mediaset es una fábrica infinita de de estrellitas televisivas. La gran mayoría acabar muriendo mediáticamente al cabo de poco tiempo, pero que les quitan lo bailao,: podrán explicarle a sus hijos y nietos que, en un momento determinado de su existencia, fue una VIP de la pequeña pantalla. Una medalla que sirve de consuelo, aparte de los beneficios económicos obtenidos durante su momento culminante, que no son nada despreciables. Eso sí, tu nombre pasa a otra categoría, a la de "tengo que pensar mucho para recordar quién eras". Duro, sí, pero es así.

Pongamos el caso de Marina García, una sevillana de 23 años. Joven, muy joven, pero ya instalada en el panteón de vieja gloria de la tele. Los muy cafeteros la recordarán, claro. El resto... estaría bien hacer una encuesta y analizar los resultados. La joven fue concursante de 'La Isla de las Tentaciones', concretamente de la tercera edición. Dejó a su novio enredándose con un tentador catalán, Isaac el 'Lobo', un figura que también la traicionó una vez de vuelta en la península. No se podía saber. Total, que acabó volviendo con el chico con quien había llegado a República Dominicana, como si no hubiera pasado nada. Pasó a hacer de colaboradora en los debates, pero no cuajó. Y Telecinco no hace amigos, quedó abandonada en la buhardilla. Teóricamente habría rechazado propuestas para participar en más realities y formatos, dice que la tele no le interesa. Prefiere vivir de las redes sociales, como tantos otros.

Marina y Lobo Telecinco
Marina García e Isaac 'Lobo' en 'La Isla de las Tentaciones' / Telecinco

Marina García, una joven vieja gloria de 'La Isla de las Tentaciones'

Marina se ha convertido en influencer de moda, aprovechando el botín de followers heredado de su paso por el dating show de Sandra Barneda. Tiene más de 700.000, más que suficiente para ganarse la vida. Aparte de enseñar modelitos y trajes de flamenca, una de sus obsesiones es la de los retoques estéticos. Se ha hecho de todo en cuerpo y rostro; también se ha arrepentido y ha deshecho todo aquello que había modificado en su cara. El sueño de la andaluza, aseguran, es poner una clínica de medicina estética. Veremos si llega. Lo que no hará seguro es dedicarse a materias relacionadas con el turismo, la historia o la cultura general. No queremos dejarla en ridículo, pero es que ella misma acaba de firmar una publicación que hace caer la cara de vergüenza. Una pifia como una catedral.

Marina García flamenca La Isla Instagram
Marina García / Instagram

El comentario ridículo de la VIP de Telecinco sobre la Sagrada Familia

Seremos más concretos, no es una catedral. Mejor hablar de basílica o de templo expiatorio, el más importante y famoso del planeta Tierra, con toda la humildad. Efectivamente, hablamos de la Sagrada Familia de Barcelona. No nos pondremos a hablar de este proyecto tan emblemático de Antoni Gaudí, de su construcción inacabada y constante ni del increíble magnetismo que provoca en todo el mundo, no es el sitio adecuado. Lo que sí vale la pena es repasar el comentario que ha hecho sobre ella durante una visita fugaz a la capital catalana. Pasó por su lado y no pudo reprimirse, tuvo que soltar una sandez: "La última vez que la vi estaba también en obras. Me parece preciosa". Vaya, qué mala suerte que siempre encuentre grúas, andamios y operarios estropeándolela foto. Solo lleva en construcción desde 1882, y no la acabarán, como mínimo, hasta finales de esta década, pero bueno. Cosas que pasan. Como que le lluevan palos, ella se defiende: "Yo me río hasta de mí misma. ¡Anda hombre que hacéis de todo un cuento!" Bueno, Marina, pa' cuento, el tuyo...

Marina LIDLT Sagrada Familia Barcelona Instagram
Marina García sobre la Sagrada Familia / Instagram
Marina Sagrada Familia Barcelona comentario Instagram
Marina García reacciona a las mofas / Instagram

Mejor suerte la próxima vez, querida. Con los posts de Instagram y con la Sagrada Familia. Ánimo.