Interesantísimo Lo de Évole de este domingo. El periodista catalán, cara a cara con el expresidente del gobierno, José María Aznar. Un ejercicio de nostalgia para los más derechosos y una nueva demostración de la pérfida manera de ser y de hacer que tenía (y tiene) el expresidente de los populares. Un Aznar más turbio que nunca, dejando claro (por si alguien tenía dudas) de su odio y su rencor hacia el independentismo.

El expresidente del gobierno hizo el papel que se le esperaba, seguir enrocándose con el tema del 11-M y ETA, alabar la tarea de su gobierno tras los atentados, aunque ha quedado probado que sus tesis sobre la autoría eran papel mojado, seguir sin pedir perdón por nada y tomarle el pelo a los ciudadanos sobre los escándalos de su partido con un vergonzoso yo no sé nada y pasando al ataque con Évole.

Quien vio el programa fue Gabriel Rufián. Y su análisis sobre todo lo que decía Aznar sin que le cayera la cara de vergüenza ha quedado resumido con un tuit. Un recordatorio de que él también entrevistó a Aznar tiempo atrás. Fue hace tres años, durante la comparecencia de Aznar en el Congreso en la comisión que investigaba la supuesta financiación ilegal del PP, la corrupción y la guerra de Irak. Un Rufián con una camiseta de homenaje a José Couso diciéndole a la cara a Aznar aquello de "señor de la guerra". El vídeo recordado por el portavoz de ERC en el Congreso ha sulfurado a los ultras en cero coma:

Si tienen tiempo, recuperen toda la intervención. Los sopapos con la mano abierta que le dedicó Rufián a Aznar aquel día son historia del Congreso.